Una huelga de hambre que destapó (todavía más) el Apartheid israelí
2 Junio, 2017
de Mussa’ab Bashir
(Periodista gazatí. Analista de Asuntos Israelíes y ex prisionero 
político palestino)
El pasado 29 de mayo el jefe de la Autoridad de Asuntos de Prisioneros y 
Detenidos palestinos, I’ssa Qaraq’e, declaró en una rueda de prensa el 
fin de la huelga de hambre de alrededor de 1.700 prisioneros y 
prisioneras palestinas en cárceles israelíes. La rueda de prensa tuvo 
lugar dos días después de que los y las pocas abogadas que tuvieron 
acceso a las cárceles israelíes llevaran la “noticia de la victoria”.
Conviene mencionar que todavía el Movimiento Nacional Encarcelado que es 
el organismo de los y las prisioneras palestinas dentro de las cárceles 
de Israel, no ha publicado una declaración final sobre los detalles de 
esta huelga de hambre. Sin embargo, los puntos acordados por las 
autoridades israelíes ya se saben en su totalidad: se logró una mejora 
considerable en todos los aspectos de la vida diaria dentro de las 
cárceles, tales como reunificar a todas las prisioneras en la misma 
cárcel, tener un teléfono público para las prisioneras y los prisioneros 
menores y los enfermos en el hospital de Arramla, mejorar la situación 
en la que se dan lugar las visitas; tener dos visitas por mes en vez de 
una y permitir las visitas a los y las sobrinas menores de seis años. Se 
acordó asimismo permitir a los presos la visita de dos familiares en 
lugar de los padres si estos han fallecido así como anular la condición 
de “prohibición de seguridad” que cae sobre 140 menores cuyos padres 
están encarcelados, entre otras medidas.
Las dos demandas “políticas” de los y las huelguistas, la abolición de 
la detención administrativa y del confinamiento solitario, no se 
lograron porque este tipo de demandas necesitan un apoyo político y 
popular. El apoyo popular palestino no cesó en todo momento durante la 
huelga de hambre. Seis palestinos perdieron la vida protestando contra 
las medidas de tortura israelíes practicadas hacia los y las 
huelguistas. En cuanto al apoyo político palestino, este no fue lo 
fuerte que requería debido a la debilidad de todos los componentes del 
espectro político palestino.
El conjunto político y geoestratégico en Palestina siempre ha jugado un 
papel importante apoyando a los y las huelguistas y presionando a Israel 
en las pasadas 26 huelgas colectivas de hambre en las cárceles israelíes 
desde los años 60. El tamaño de la participación de prisioneros y 
prisioneras y su calidad de organización también son decisivas.
La respuesta israelí a esta reciente huelga de hambre ha sido muy 
violenta, no solo a nivel de declaraciones por parte de los ministros 
israelíes, como Avigdor Liebermann, que quiso dejar a los y las 
huelguistas morir, o el ministro de Seguridad Interna y Asuntos 
Estratégicos dentro de Israel, Gilad Erdan, que llegó a decir que no 
negociaría nunca; o el miembro de la Knesset, Oren Hazan, expresó su 
deseo de que se mueran. Sino tambien a nivel de violencia física 
ejercida contra los huelguistas de hambre por parte del Servicio de las 
Cárceles Israelíes, de las unidades del Ejército israelí “Nahshon”, 
“Dror” y “Matsada”. Además, hubo continuas y serias amenazas de proceder 
a la alimentación forzosa. Los medios israelíes dijeron que un alto 
mandatario israelí estaba considerando traer médicos de un país 
extranjero para efectuar la alimentación forzosa contra los huelguistas 
de hambre palestinos ya que los representantes de médicos israelíes 
rechazaron participar en esta práctica, considerada tortura por las 
leyes internacionales. Las declaraciones amenazantes de Gilad Erdan en 
el décimo octavo día de la huelga durante un entrenamiento de la unidad 
de represión en las cárceles “Matsadah”: “tenemos que considerar todas 
las opciones” fue una clara alusión al uso de la fuerza.
Teniendo en consideración que, a parte de dos huevos, un plato de judías 
pochas, media hora de patio al día y dos mantas, todo lo demás es un 
“privilegio” – aunque son derechos según los convenios internacionales- 
solo obtenido por huelgas de hambre, la arrogancia israelí y la adversa 
conyuntura, los y las huelguistas de hambre alcanzaron un logro muy 
importante y muy respetable. Mejoraron sus condiciones de vida gracias a 
una acción conjunta entre los prisioneros y prisioneras de Fatah, FPLP, 
Hamas y la Yihad Islámica. Fue la primera acción que unió a todas estas 
facciones contra las autoridades de la ocupación israelí desde la 
división palestina de 2007 entre Fatah y Hamas.
Las manifestaciones y protestas del pueblo palestino y las acciones 
solidarias en todo el mundo fueron una fuente considerable de ánimo y 
moral para los y las huelguistas, también de preocupación para las 
autoridades israelíes. Finalmente, el Servicio de la Seguridad Interna 
Israelí, el Servicio de las Cárceles israelíes y representantes del 
ministerio de Seguridad Interna israelí tuvieron que hablar con los 
dirigentes de la huelga de hambre. Estos han formado ahora un comité 
para controlar y seguir la implementación del acuerdo del fin de la 
huelga.
Estos días las personas presas que participaron en esa huelga de hambre 
de 41 días toman sopas y líquidos calientes de mucha mejor calidad. 
Saben que, no obstante, la lucha por proteger sus logros no ha 
finalizado y es muy posible que Israel vuelva a suspenderlos como lo 
hizo en veintiséis ocasiones. Lo que es seguro es que los y las 
prisioneras palestinas no dudarán en lanzarse a otra huelga de hambre si 
Israel no cumple con lo acordado.
Fuera de las cárceles israelíes -destino por el que pasan 
obligatoriamente uno o varios miembros de cada familia palestina que 
vive bajo la ocupación israelí-, el pueblo palestino sufre del racismo 
israelí, de las medidas de ocupación ilegales que hacen que siendo 
palestino tengas que ir a cortes militares, mientras que los colonos 
israelíes que cometen los mismos actos pasan a cortes civiles. El mejor 
apoyo para los y las prisioneras palestinas es resolver su causa y 
llevar a los altos mandos del Servicio de las Cárceles Israelies, el 
Servicio de Seguridad Interna y el gabinete israelí a rendir cuentas 
ante la Corte Penal Internacional por todos los crímenes contra los 
derechos humanos y las convenciones internacionales que están llevando a 
cabo de forma impune.
Tomado de:
http://blogs.publico.es/voces-del-mediterraneo/2017/06/02/una-huelga-de-hambre-que-destapo-todavia-mas-el-apartheid-israeli/?doing_wp_cron=1496395689.8977470397949218750000}