Chile: Sobre las elecciones en la Fech y en la Feuc, y el encuentro
alternativo de estudiantes por la autonomía comunitaria
En pocos días se realizan las elecciones estudiantiles de los dos
principales centros de estudios superiores. Lo que está en juego. Conozca
reflexiones y propuestas alternativas.
Sobre las elecciones en la Fech y en la Feuc
Por Jaime Yovanovic (Profesor J)
El movimientos estudiantil en Chile no es ni sombra del movimiento del año
2011, que fue desviado por las elecciones parlamentarias donde sus
principales dirigentes decidieron participar. Los resultados están a la
vista: en la Feuc la derecha tiene las mejores condiciones para ganar y en
la Fech los grupos del Fel, autónomos y Une, están de capa caída, lo que
les ha llevado a unirse, cuando todo el tiempo se agarraban duramente.
Extraña alianza del partido libertario con los falsos autónomos, más bien
autonomistas (que por su paradigma de una izquierda que <<debe dirigir>> a
los movimientos sociales aniquilan la autonomía) y los marxista-leninistas
dogmáticos. Pero las alianzas por arriba de los dirigentes partidarios ya
son parte del folclore de estas tierras.
De los partidos de la Nueva Mayoría no se podía esperar otra cosa que la
santa alianza gubernamental PC-PS-IC, que por la desmovilización
generalizada y debacle de los anteriores, levantan expectativas de asumir
la presidencia y detener la fuga de los jóvenes que buscan perspectivas más
eficaces de cambio. Por su parte los grupos rebeldes siguen en las mismas
aunque han cambiado sus consignas del poder popular hacia lo que llaman
ahora de poder popular comunitario, que es el mismo perro con diferente
collar.
Qué es lo que los caracteriza a todos ellos?
Los partidos, la militancia orgánica, responder a líneas tácticas y
estratégicas determinadas por sus respectivos comités centrales o
comisiones políticas. Para los dirigentes de los partidos los estudiantes
son sólo para el reclutamiento y los lanzan permanentemente a los unos
contra los otros, ahí van construyendo sus bases de sustentación desde los
primeros años, a partir de las tareas asociadas a las actividades de marzo
hacia los mechones, salvo cuando ya vienen reclutados de antes. También la
formación de sus cuadros que cumplirán a futuro funciones profesionales e
institucionales, lo que aparece como una vía de ascenso social y
aseguramiento de empleo para el mañana, sólo que en segundo año, pasado el
entusiasmo, los participantes son menos y ya en tercer año la
desmovilización es notoria, cuando perciben que los están simplemente
utilizando.
Y qué pasa con la mayoría de los estudiantes?
Finalmente van cayendo en la vorágine del estudio, el individualismo, la
competencia y el aseguramiento del futuro, bastante nebuloso y con pocas
esperanzas reales, ya que sólo unos pocos, los <<mejores" y leales al
mercado podrán llegar. Todo ello terreno fértil para los grupos
gremialistas de la derecha que esconden detrás a sus partidos.
Si en la sociedad en general hay una parálisis que evita el despliegue de
iniciativas populares por abajo y las perspectivas de cambio se centran en
procesos de organización y acumulación de fuerzas para la disputa futura
del poder, el horizonte se traslada aún más lejos, se transforma en
desgastante y se agotan las esperanzas que llenaron los corazones en los
primeros años.
Qué podemos hacer en ese caso?
La salida estaría en desarrollar la vocación profesional junto a los
procesos pacíficos locales, barriales y territoriales de construcción de un
mundo nuevo, el cambio desde abajo, desde y entre los vecinos, apuntando
hacia formas de vida comunitaria, cosa que viene multplicándose en todos
los países de nuestro continente Abya Yala en defensa de la vida y la madre
tierra, que está siendo destruida por el extractivismo capitalista. Así el
estudiante aprende mejor su carrera, incorpora contenidos y metodología
sociales, comunitarias, identitarias y ancestrales, realiza
investigaciones, descubre sus espacios futuros de modos de vivir y, al
mismo tiempo, contribuye a la materialización concreta de modificaciones de
las relaciones sociales, afectivas, económicas, pedagógicas, productivas,
sanitarias, jurídicas y económicas en un espacio del mundo de la vida que
se asume a si mismo como sujeto protagonista del cambio desde los
corazones. Para eso habría que evadir a los partidos, las ONGs y demás
instituciones que reclutan jóvenes para practicar el asistencialismo, el
paternalismo, la externalidad, el poder, la dependencia a los <<beneficios>>,
el viejo pascuero, la limosna y la larga lista de métodos de reproducción
sistémica de la pasividad y falta de iniciativa.
Eso implicaría el agrupamiento de dos o tres jóvenes por universidad para
estudiar y preparar las condiciones para desarrollar y practicar dos tipos
de programas: uno de vinculación a un barrio para elaborar con los vecinos
las experiencias que permitirán incidir en los programas de estudio de cada
una de las carreras, y el otro un programa para los estudiantes como una
especie de corriente del común y del cambio por abajo.
Para ello podemos organizar un encuentro en Valparaíso el sábado 11 de
octubre donde se entregaría:
1. Experiencias del continente y del país de comunidades autónomas.
2. Metodologías de como colaborar con un barrio para avanzar hacia las
formas de vida comunitaria.
3. Experiencias de como operar desde cada vocación, profesión o carrera.
4. Notas de como desplegar la iniciativa en las facultades y universidades.
Interesados pueden comunicarse en unlibre@???
Jaime Yovanovic (Profesor J)
https://www.facebook.com/groups/fenixvalparaiso
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