30 de marzo, Día de la Tierra Palestina
Durante esa jornada, se recuerda a los seis
jóvenes palestinos asesinados por militares
israelíes, mientras se encontraban, en una
manifestación que se había convocado para detener
la confiscación de 21.000 dunums, (2.100
hectáreas), de tierras palestinas, para construir
nuevos asentamientos exclusivamente para judíos y
un campo de entrenamiento militar, con el fin de
judaizar cada vez más Palestina y vaciarla de sus históricos habitantes.
Lo particular de estos asesinatos es que las
víctimas eran oficialmente ciudadanos israelíes, al igual que sus asesinos.
Hoy, se continúa celebrando la resistencia
palestina a la permanente expropiación y
confiscación de las tierras, la colonización, la
ocupación y el apartheid por parte del estado sionista.
Treinta y siete años después de las
manifestaciones del primer Día de la Tierra,
Israel ha intensificado la expropiación y la
colonización de tierras palestinas. Israel sigue
expandiendo sus asentamientos ilegales en
territorios palestinos ocupados militarmente, lo
que obliga a cientos de palestinos a abandonar sus tierras.
Para los solidarios internacionales y todos
aquellos que apoyan la lucha del pueblo palestino
por la libertad, la justicia y la igualdad, el
Día de la Tierra es una oportunidad para
desarrollar campañas de boicot, desinversión y
sanciones (BDS, boycotts, divestment and
sanctions) contra Israel, en particular las
campañas dirigidas al Fondo Nacional Judío, los
agro negocios y empresas israelíes que operan en
los asentamientos ilegales israelíes, todos estas
empresas desempeñan un papel vital en el continuo
robo de las tierras palestinas.
El Comité Nacional Palestino de Boicot,
Desinversión y Sanciones , (The Palestinian
Boycott, Divestment and Sanctions National
Committee - BNC), invita a las personas de
conciencia de todo el mundo a unirse a esta
conmemoración del Día de la Tierra,
materializando en forma efectiva y útil la
solidaridad y el apoyo a la lucha del pueblo
palestino por su libertad y dignidad.
A pesar del clamor mundial, las fuertes
presiones sobre Israel para detener esta
continua colonización y robo de las tierras
palestinas y las fuertes críticas a su política
expansionista, Israel sigue desafiando el mundo,
continuando aceleradamente con esta expansión
ilegal, lo que obliga a tomar medidas más
drásticas y efectivas e intensificar los
esfuerzos colectivos para obligar a Israel acatar
la legalidad y que estas violaciones no queden en la impunidad.
Comité Nacional del BDS
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Hoy se conmemora el Día de la Tierra Palestina.
El 30 de marzo de 1976, la sociedad palestina
convocó una huelga general en protesta por el
continuo robo de sus tierras por parte del
sionismo israelí. El Ejército asesinó a siete
jóvenes palestinos con "ciudadanía israelí" en
las manifestaciones que acompañaron esa huelga.
Desde entonces, el 30 de marzo ha quedado marcado
como una jornada de reivindicación de los
derechos legítimos del pueblo palestino. 37 años
después, la colonización de Palestina continúa.
Día a día, el Estado de Israel roba tierras,
expulsa de ellas a sus legítimos habitantes,
construye asentamientos y transfiere allí a
colonos sionistas extranjeros recolectados de
todos los rincones del mundo. Estas prácticas
contravienen la legislación internacional y los
Derechos Humanos y han sido condenadas por
Naciones Unidas y por la gran mayoría de
gobiernos del mundo, incluidos los de la Unión Europea y Estados Unidos.
Sin embargo, estas condenas no han sido
acompañadas por sanciones efectivas, por lo que
Israel continúa la colonización sin sufrir por
ello ninguna consecuencia. Ya son más de medio
millón los colonos que viven en los asentamientos
ilegales, (TODOS los asentamientos son
ILEGALES, según la legislación internacional) y
el número de hectáreas robadas supera los
800.000. El robo de tierras sigue en forma
acelerada y continúan las acciones de limpieza
étnica de la población histórica palestina.
Las personas palestinas con ciudadanía israelí
aquellas que viven en el Estado de Israel-
siguen siendo discriminadas. Hay localidades
ancestrales palestinas que no son reconocidas y
por ello carecen de presupuesto y otras que
reciben transferencias menores a las que les
corresponderían por su peso poblacional. Además,
el Estado de Israel practica con estas personas
una discriminación educativa y laboral que conduce a su marginalización.
Muchos de los actos, a realizar en todo el mundo,
estarán relacionados con las Campaña de Boicot,
Desinversiones y Sanciones contra el Estado de
Israel (BDS) y la Campaña Palestina para el
Boicot, Académico y Cultural a Israel (PACBI).
Ambas iniciativas, surgidas de la propia sociedad
palestina, piden el boicot a Israel en tanto que
no cumpla con la legislación internacional y con
los Principios Generales de los Derechos Humanos.
Jerusalén simboliza toda la crueldad de la
ocupación. El Estado de Israel no sólo se niega a
retirarse, tal y como exige la resolución 242 de
Naciones Unidas, sino que impulsa los planes de
judaización de toda la ciudad, expulsando a los
palestinos y palestinas de los barrios en los que
habitan desde hace siglos como Silwan o Sheik
Jarrah y destruyendo sus casas o entregándoselas
a colonos. De hecho, más del 85% de Jerusalén Oriental está ya colonizada.