[pensamientoautonomo] Rv: Sobre Mabel Thwaites Rey y Los ava…

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Author: Nestor
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To: lista por una ronda de pensamiento autonomo entre sujetos de los movimientos argentinos
Old-Topics: [pensamientoautonomo] Sobre Mabel Thwaites Rey
Subject: [pensamientoautonomo] Rv: Sobre Mabel Thwaites Rey y Los avances del Profesor J



Reenvio el texo que me envio el Profesor J a mi correo personal y parece no llego a la lista de pensamiento a pesar de estar la dirección en el mismo.
 
Realmente no tengo mucho para decir ante tanto avasallamiento de sabiduria y de autonomismo de alta presición y tan delicada pureza.
 
Lo unico que si voy a hacer es defender el texo y decir desde que lugar lo subi.
Creo en el debate por eso lo comparti y no por el echo de tomar todo el texto como propio si no mas bien como disparador y más en tiempos proximos a lo 10 años del 19/20 y talvez como posibilidad de intercambio ante otra proximidad, la de enero autonomo.
Lamento decir que mi experiencia en la calle y en cada grupo que integre es menos lirica que la que se intenta predefinir. Los manuaeles y sus teorias son muy bellos, pero la vida y el barro piden otras cosas. Los caminos son menos asfaltados y como dijo Marcos "el problema de la realidad es que no sabe nada de teorías " y esto no va en desmedro de la teoría, pero si va en desmedro de los teoricos.
 
Este texto para mi gusto, puede no ser compartido, tiene mucho de vivencial y eso para mi es algo que juega, y creo puede ser util para abrir un debate, o no, como parece marcar la realidad, ya que hubo una sola contestación.
 
Tambien digo que si bien me gusta el debate, no me place para nada la verborragia esteril y poco contructiva.
 
abrazos
Néstor
 
 
----- Mensaje reenviado -----
De: Profesor J <profesorj@???>
Para: Nestor <tornes23@???>; Lista por una ronda de pensamiento autónomo <pensamientoautonomo@???>
Enviado: jueves, 3 de noviembre de 2011 11:57
Asunto: Sobre Mabel Thwaites Rey


Saludos:

Analizo parte a parte otro texto de ella, mientras espero vuestra respuesta de si quieren que desmenuce los peligros de su texto anterior:
Mabel Thwaites Rey: Después de la globalización neoliberal. ¿Qué Estado en América latina?*
http://firgoa.usc.es/drupal/node/47011

En ese marco de crisis de representación política y de insatisfacción por los magros resultados aportados por la democracia realmente existente, las luchas populares abandonaron el desprestigiado ropaje partidario y se transformaron en luchas de movimientos sociales, que se deslizaron de su inicial parcialidad hacia impugnaciones e interpelaciones más globales. Surgen así movimientos de la talla del MST en Brasil, de derechos humanos y de trabajadores desocupados en Argentina o de indigenistas en la región andina.
Comento:

el MST ha sido reducido a una especie de cucaracha aplastada, por hacer caso a esta autora (es un chiste), por hacer lo que esta autora miente o se equivoca garrafalmente. Hay muchos "izquierdistas" de viejo cuño con las mañas anteriores y deseosos de hacer bajo el manto de la autonomía lo que no pudieron bajo el manto del partido. Piensan que ahora que se acabó el partido, vamos todos a ponernos la camiseta de la autonomía, que no existe, no la hay, el autonomismo es un invento, un paradigma de lo que no acepta paradigma. El MST nunca abandonó el partido. Hasta el día de hoy su directiva está compuesta por 90% de militantes del PT y el resto de partidos chicos sobre la base de acuerdos y alianzas entre cúpulas y cupulitas. Ya es hora que bajen del altar al santo MST que adoran muchos allí en Argentina, es un movimiento social de los tres tipos existentes:

Movimientos sociales dirigidos por partidos o alianzas de partidos: como la CTA con quien el MST planificó el Forro de Porto Alegre.

Movimientos sociales sustitutos de partidos: que son tan piramidales, autoritarios, estructurados como los partidos, siguen a Gramsci (como esta autora que en cada texto suyo tiene que soltar un panegírico al italiano de la hegemnnía que escamoteró la hegemonía económica, pues el socialismo debe contar con el capitalismo íntegro para administrarlo, que no se hagan redes autogestivas locales multiplicadas por todos lados, por favor...!!!!), como el Frente Darío Santillán, cuyos líderes se formaron en escuelas de cuadros del MST, que detuvo el movimiento durante los dos gobiernos neoliberales de Lula.

Movimientos sociales autónomos, que presentan siempre dos características fundamentales: la territorialidad y la autonomía, que son los dos ejes del movimiento democrático que se ha ido constituyendo en el interior del movimiento social esrtudiantil chileno y ha obligado a la superstar Camila a rectificar a cada rato sus propuestas condciliadoras, han puesto al PC en minoría y de hecho han convertido al movimiento estudiantil en un movimiento autónomo, aunque con permanente batallas defensivas ante las jugadas una tras la otra del PC. 

Sigue:

Como apunta Ouviña, en varios países de la región –y Argentina es un caso paradigmático al respecto– la emergencia de estas nuevas formas de protesta y organización responde, en parte, a una nueva estructura socio-económica marcada por la paulatina desindustrialización y la pérdida de derechos colectivos. Mientras en las décadas pasadas la mayoría de las luchas remitían al espacio laboral –predominantemente fabril– como ámbito cohesionador e identitario, las nuevas modalidades de protesta social exceden la problemática del trabajo y se anclan en prácticas de tipo territorial.
La vivienda y la comida, la ecología, los servicios públicos, los derechos humanos o la recuperación de valores tradicionales, que tienden a ser subsumidos dentro del proceso de globalización capitalista en curso, son algunos de los principales ejes que atraviesan a los nuevos movimientos sociales (Ouviña, 2004).
Comento: 
Ella solamente ve el carácter reivindicativo del movimiento, es decir sus manos alzadas como niño hambriento hacia papá estado y no ve que hay dos dinámicas internas que pugnan según sea el predominio de loa estatistas reivindicacionistas o de los autónonomo, los interesados en tener seguidores van a mantener las estructuras de "organización" y hablan siempre del mínimo organizativo que se requiere, los autónomos despliegan lazos de cotidianeidad para buscar soluciones y no sentarse en la sala de espera para que se pronuncie el estado, lo que va modificando el sistema de relaciones y cambiando el mundo desde los cuerpos. De ese modo, los grupos de movimientos quasi partidarios se juntan muchos con los partidos y los movimientos sociales más autónomos y de base territorial se aproximan a la práctica de vida comunitaria.

Sigue:

A esto se le suma la debilidad de los partidos políticos establecidos, incluso los de izquierda, para dar cuenta de las transformaciones sociales negativas producidas por la crisis del Estado interventor-benefactor. La conjunción de estos factores está en la base de la emergencia de organizaciones sociales que cuestionan, en su discurso o en sus prácticas, los límites de la política institucional tradicional y que constituyen una respuesta al vacío político.
En América Latina, en particular, expresan un cierto desencanto con relación a los partidos políticos y en especial al Estado como espacios únicos de canalización de demandas o eliminación satisfactoria de conflictos (Ouviña, 2004).
La conformación de una lectura antiestatista
Pero es la irrupción del zapatismo, en 1994, la que marca la tónica de un nuevo ciclo y una nueva forma de construcción política desde la izquierda. El Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) forma parte de la generación de los nuevos movimientos sociales que expresa la ruptura con las viejas formas de hacer política, referenciadas en el Estado. En su Primera Declaración de la Selva Lacandona, el zapatismo se planteaba tomar el poder y avanzar militarmente sobre la ciudad de México. También intentó en 2001, con la Marcha del Color de la Tierra, una reforma de la Constitución que permitiera su inserción en la estructura estatal. A pesar de estas acciones, los zapatistas tempranamente lanzaron su consigna “No queremos tomar el poder”, que fue retomada por intelectuales y dirigentes políticos y sociales, y que impregnó buena parte de los debates de algunos importantes movimientos del continente.

Comento:

Aquí la autora se enreda en sus propios conceptos, los zapatistas no son anti-estatistas, simplemente desarrollan su autonomía mientras no haya un candidato que respete el mandar obedeciendo, no son pro estado ni anti estado, de otro modo sería difícil explicar que enarbolen la bandera mexicana. Ellos dejaron la lucha por la toma del poder central, ya que Lenin se aprovechó de eso para aniquilar la autonomía de algunos soviets, por lo que priorizan por las capacidades del despliegue de la potencia en el empoderamiento territorial, ya se verá después lo que se hace con algunas funciones que podría mantener el estado (Marx. La Guerra Civil en Francia). Ellos aprendieron del poeta que no hay camino, se hace al andar, lo que no puede aceptar la racionalidad instrumental de las sobras de la izquierda, que en Argentina sobreviven con la teta kirchnerista. 

Sigue:

Desde mediados de los años noventa, y a partir de la influencia creciente del zapatismo, fue ganando terreno la idea de horizontalidad, entendida como un rechazo visceral de las prácticas centralistas y jerárquicas de la izquierda tradicional y los sindicatos. Se inauguró así una nueva forma de acción política: la organización en red, una suerte de “estructura sin estructura”, abierta en todos los canales y con capacidad de acción colectiva con incidencia real. Estas prácticas nacieron con el zapatismo y se expandieron en un nuevo ciclo de protestas que tuvo su punto culminante con el altermundismo y el movimiento crítico de la globalización neoliberal, que irrumpe con marchas multitudinarias a fines del siglo XX. Consignas como “globalicemos la lucha, globalicemos la esperanza” o “que la resistencia sea tan global como el capital”, plasmaron las miradas alternativas de varios movimientos sociales de la región, recuperando un
sentido internacionalista de las luchas populares.

Comento:

Esta señora está bastante desubicada o es muy mañosa, ya que las prácticas a que se aduce no "nacieron" con el zapatismo y, aunque le pese a la autora, es un fenómeno que no deviene del seguidismo o aprendizaje de "vanguardias"

Es a partir de estas innovadoras experiencias de lucha que comienza a configurarse una lectura profundamente antiestatista, que amalgama las insatisfacciones por las experiencias fallidas de los socialismos reales y las socialdemocracias de Occidente, con la rebelión antineoliberal. El auge de los foros sociales de Porto Alegre y de los movimientos opuestos a la globalización neoliberal en los países centrales marca una fuerte impronta antiestatal. Además no hay un rechazo "visceral" a las prácticas de la izquierda, sino bastante racional e instintivo, pero no de bilis. Parece un muchacho o muchacha intentando ganar una discusión a como de lugar, manipulando el lenguaje como los sofistas griegos.


Sigue:

El autonomismo zapatista se enlaza con los aportes del marxista irlandés John Holloway (1993, 2002) y con los planteos de Toni Negri y Michael Hardt (2001). Su eje será la construcción política y social “por fuera” del aparato del Estado y la lógica del capital. Holloway sostiene que:
[…] los Estados nacionales compiten […] para atraer a su territorio una porción de la plusvalía producida globalmente. El antagonismo entre ellos no es expresión de la explotación de los Estados periféricos por los Estados centrales, sino que expresa la competencia –sumamente desigual– entre los Estados para atraer a sus territorios una porción de la plusvalía global. Por esta razón, todos los Estados tienen un interés en la explotación global del trabajo (Holloway, 1993: 7).
La conclusión política que se extrae de esta posición es que, en primer lugar, no hay alianza posible entre clases y grupos sociales dentro del territorio nacional para enfrentar al capitalismo central, de modo que toda estrategia nacional-popular en su formato clásico debe ser descartada. Más aun, en este razonamiento queda diluida la existencia misma del Estado nacional como instancia, espacio o escenario de articulación política sustantiva, en la medida en que el espacio estatal nacional mismo pierde entidad frente a la fuerza del capital global (o el Imperio, en términos de Negri). La derivación de esta postura lleva a plantear que la construcción política alternativa ya no debe tener como eje central la conquista del poder del Estado nacional sino que debe partir de la potencialidad de las acciones colectivas que emergen y arraigan de la sociedad civil para construir "otro mundo" (Holloway, 2002; Ceceña, 2002; Zibechi, 2003).
Estos teóricos contribuyeron a la conformación de una corriente de pensamiento y acción política muy ligada al zapatismo, con ramificaciones en los movimientos por la reforma agraria en Brasil y en algunos emprendimientos autónomos de trabajadores desocupados en la Argentina. Uno de los problemas principales que tiene esta perspectiva es que no diferencia el espacio territorial nacional-estatal como lugar específico de disputa a escala global de la lógica de dominación estatal al interior de tal espacio. La consecuencia es que subestima las luchas que se pueden desarrollar dentro de los límites de los espacios jurídico-territoriales de los Estados realmente existentes y las formas de materialización de conquistas populares en la trama estatal [...].


Comento:

Ahí la señora deja ver la cola del diablo: hay conquistas populares en la "trama" estatal, vengan, vengan a ver a la mujer barbuda del circo!! Vengan al tinglado del estado. Ni se les ocurra hacer vida en común, ni abandonen el encierro de sus casas, bueno, pueden hacerlo cada cierto tiempo, pero eso de hacer cotidianeidad huele mucho al socialismo cotidiano del Che, que tuvo que irse de la isla. En México hubo un proceso de negociaciones con el estado. La señora debería decirle a sus lectores eso, pero le sería difícil vender su pomada de tratar a los zapatistas de "ultras" y maniqueistas, tal como despliega arte de birlibirloque para descolocar intelectualmente a los anarquistas y justificar a Gramsci. Las negociaciones con el estado llegaron a aprobar la autonomía territorial en los acuerdos de San Andrés, pero luego no fueron refrendados por el parlamento, pero si lo fueron por las comunidades, que empezaron a hacerlo y no se cansan de
decir que se trata del nivel alcanzado en las relaciones con el estado y gobiernos, que no votan no por principio, perfil o muralla, sino porque no hay candidatos que respeten el mandar obedeciendo.

Negri escribe desde antes que naciera el subcomandente Marcos y aprendió la autonomía en la práctica del movimiento operario en la década del sesenta, cuando Marcos era bebé y recién aprendía sobre la rebeldía, como muchos de nosotros. Pero la autonomía no se mueve por teóricos, sino que al ser autónoma, genera su propia subjetividad derivada de la "objetividad" subjetiva de la vida en común. Es extraña la ensalada que pretende hacer la autora, ya que pretende decirnos (o más bien: lo dice) que hay una corriente de autonomía que circula de cabeza en cabeza, desde donde se orienta hacia lo social para influirlo, así las corrientes de afinidad paradigmática cierran filas con la camiseta contra la otra corriente que ella llama "autonomista", lo que es un oxímoron o una aporía o un contrasentido o una burrada. Estos teóricos simplemente están tratando de interpretar el cambio que ocurre bajo sus piés, lo que parece espantoso a la
izquierda, que haya un "cambio" sin estar ellos a la cabeza (como la izquierda bajo la cama de Petras) y colocan máscaras fabricadas por ellos a los que piensan, hablan o actúan diferente. Esta señora podría sobrevivir bien fabricando máscaras de carnaval.


Si a ustedes les interesa esa gente, a mí maní, como siempre, pero a veces alguno por ahí se enoja porque no participo en la mesa del diálogo con todos. Hay que aceptar la plata de Fernández? Hay que esperar que las fábricas ocupadas sean estatales? Veamos lo que sucede dice alguno, mientras los troskos se apoderan de una a una de las fábricas abandonadas y las corrientes ideológicas avanzan sometiendo a los bachilleratos populares. Me entristece ver no como la izquierda profita del populismo, que eso lo hace por antonomasia, sino ver como gente muy buena se ha inmovilizado a la espera del dinero estatal. Lula consiguió aniquilar el movimiento social brasileño, era su función, pero de todas partes brotan nuevas iniciativas, vean esta, que preciosa, aunque no es para seguirla, sino para ver como se descubren muchas maneras de romper con la heteronomía:
Brasil. Golpe de timón desde abajo: Estrategia de cambio desde las localidades y comunidades  http://lahaine.org/clajadep/articulo.php?p=11350&more=1&c=1

Abrazos
Jaime