Marxismo hoy. Entrevista . Eric Hobsbawm
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Marxismo hoy. Entrevista
Eric Hobsbawm
03/07/11
El blog de Beppe Grillo entrevistó telefónicamente a Eric Hobsbawm el  
día en que el historiador cumplía 94 años. Hobsbawm estuvo en Roma  
para la presentación de la traducción al italiano de su último libro  
How to Change the Word - Why rediscover the inheritance of marxismo (1  
].
Sobre el marxismo hoy
Eric Hobsbawm: Soy Eric Hobsbawm, un historiador muy viejo. Por  
casualidad os he llamado en el mismo día en que celebro mi cumpleaños  
94. Durante toda mi vida escribí principalmente sobre la historia de  
los movimientos sociales, la historia general de Europa y del mundo en  
los Siglos XIX y XX. Pienso que todos mis libros están traducidos al  
italiano y algunos fueron hasta bastante bien recibidos. Blog: ¿El  
marxismo puede ser considerado como un fenómeno post-ideológico? E.H.:  
Yo no he usado exactamente la expresión "fenómeno post-ideológico"  
para el marxismo, aunque es verdad que, actualmente, el marxismo dejó  
de ser el principal sistema de ideas asociado a los grandes  
movimientos políticos de masas en toda Europa. A pesar de eso, pienso  
que sobreviven algunos pequeños movimientos marxistas. En este  
sentido, hubo un gran cambio en el papel político que el marxismo  
desempeña en la política de Europa. Hay otras partes del mundo, por  
ejemplo América Latina, en que las cosas no pasaron del mismo modo. A  
consecuencia de aquel cambio, en mi opinión, es que ahora todos  
podemos concentrarnos más y mejor en los cambios permanentes que el  
marxismo provocó, en las conquistas permanentes del marxismo.
Esas conquistas permanentes, en mi opinión, son las siguientes.  
Primero, Marx introdujo algo que fue considerado una novedad y que  
todavía no se realizó completamente, a saber, la creencia de que el  
sistema económico que conocemos no es permanente ni destinado a durar  
eternamente; que es apenas una fase, una etapa en el desenvolvimiento  
histórico que ocurre de un determinado modo y dejará de existir y  
convertirse en otra cosa a lo largo del tiempo.
Segundo, pienso que Marx se concentró en el análisis del específico  
modus operando, de la forma como el sistema funcionó y desarrolló. En  
particular, se concentró en el curioso y discontinuo modo a través del  
cual el sistema creció y desarrolló contradicciones, que a su vez  
producirían grandes crisis. La principal ventaja del análisis que el  
marxismo permite hacer es que considera al capitalismo como un sistema  
que origina periódicamente contradicciones internas que generan crisis  
de diferentes tipos que, a su vez, tienen que ser superadas mediante  
una transformación básica o alguna modificación menor del sistema. Se  
trata de esta discontinuidad, de este asumir que el capitalismo  
funciona no como sistema que tiende a auto estabilizarse, sino que es  
siempre inestable y eventualmente, por lo tanto, requiere grandes  
cambios. Ese es el principal elemento que todavía sobrevive del  
marxismo.
Tercero, y considero que ahí está la preciosidad de lo que se podría  
llamar de fenómeno ideológico, el marxismo está basado, para muchos  
marxistas, en un sentido profundo de la injusticia social, de  
indignación contra la desigualdad social entre los pobres y los ricos  
y poderosos.
Cuarto y último, pienso que tal vez se debe considerar un elemento,  
que Marx tal vez no reconociese pero que estuvo siempre presente en el  
marxismo: un elemento de utopía. La idea de que, de un modo o de otro,  
la sociedad llegará a una sociedad mejor, más humana, de lo que es la  
sociedad en la cual todos vivimos actualmente.
¿Una deriva a la derecha en Europa?
Blog: En el norte de África y en algunos países europeos -España,  
Grecia e Irlanda- algunos movimientos de jóvenes que nacieron en la  
Internet y usan redes, por ejemplo twitter y facebook, están  
aproximándose a la política. Son movimientos que exigen más  
compromisos y cambios radicales en las opciones de las sociedades.  
Pero al mismo tiempo, España, Hungría y Finlandia giran a la derecha,  
Dinamarca cierra sus fronteras desconociendo el Acuerdo de Schengen, y  
en Francia el partido ultra nacionalista podría ganar las elecciones  
presidenciales. ¿No es una contradicción?
E.H.: No. No lo creo. Pienso que son fenómenos diferentes. Pienso que,  
en la mayoría de los países occidentales, hoy, los jóvenes son una  
minoría políticamente activa, sobre todo por la forma en que está  
estructurado el sistema educativo actual. Por ejemplo, los estudiantes  
siempre fueron, a lo largo de dos siglos, elementos activistas. Al  
mismo tiempo, la juventud educada actualmente está mucho más  
familiarizada con las modernas tecnologías de información, que  
transformaron la agitación política transnacional y la movilización  
política transnacional.
Pero hay una diferencia entre a) esos movimientos de jóvenes educados  
en los países de occidente, donde, en general, toda la juventud es  
fenómeno de minoría, y b) movimientos similares de jóvenes en países  
islámicos y en otros lugares, en los que la mayoría de la población  
tiene entre 25 y 30 años. En esos países, por lo tanto, mucho más que  
en Europa, los movimientos de jóvenes son políticamente mucho más  
masivos y pueden tener un mayor impacto político. El impacto adicional  
en la radicalización de los movimientos de la juventud ocurre porque  
los jóvenes hoy, en períodos de crisis económica, son  
desproporcionadamente afectados por el desempleo, y por consiguiente,  
están desproporcionadamente insatisfechos. Sin embargo, no se puede  
adivinar el rumbo que tomarán esos movimientos, Pese a todo, los  
movimientos de esa juventud educada no son, políticamente hablando,  
movimientos de la derecha. Pero ellos solos, por sus propios medios,  
no son capaces de definir el formato de la política nacional y todo el  
futuro. Creo que, en los próximos dos meses, asistiremos a los  
desdoblamientos de ese proceso. Los jóvenes iniciarán grandes  
revoluciones, pero no serán ellos los que necesariamente decidirán la  
dirección general por la que andarán esas revoluciones. Cada  
dirección, claro, depende del país y de la región. Obviamente, las  
revoluciones serán muy diferentes en los países islámicos, de lo que  
son en Europa, o por cierto, en Estados Unidos.
Y es verdad que en Europa y probablemente en Estados Unidos puede  
haber una deriva a la derecha en la política. Pero eso, me parece,  
será un asunto de la tercera pregunta.
La crisis económica
Blog: Sí, la pregunta es sobre la crisis económica en que vivimos  
desde 2008. Las crisis de 1929-1933 llevaron al fascismo al poder.  
¿Prevé algún riesgo de que la crisis actual tenga los efectos que  
tuvieron las crisis de 1928, 1929,1933? E.H.: Bien, no hay dudas de  
que la crisis, la crisis económica que se arrastra desde 2008 tiene  
mucho que ver con la deriva a la derecha en Europa. Pienso que hoy son  
cuatro las economías en Europa, en la Unión Europea, que están bajo  
gobiernos de centro o de izquierda. Algunas de ellas van a perder.  
España probablemente también se moverá en dirección a la derecha. No  
pienso que exista ahí algún riesgo de ascenso del fascismo, como en  
los años 30. El peligro de los años 30 fue causado principalmente por  
el cambio hacia el fascismo en un país políticamente decisivo, es  
decir, la Alemania de Hitler.
No hay señal de que algo de eso esté por ocurrir ahora. Ninguno de los  
países importantes, según me parece, da alguna señal en esa dirección.  
Ni en los Estados Unidos, donde hay un fuerte movimiento de derecha,  
se puede concluir que ese movimiento gane poder en las urnas. Ni  
tampoco en el caso de los movimientos de extrema derecha en los países  
europeos. A pesar de que son de gran alcance, hasta ahora siempre han  
sido una minoría poderosa, sin posibilidad de convertirse en mayoría.  
Aunque sí creo que, en un futuro próximo, prácticamente todos o casi  
todos los países europeos serán gobernados por gobiernos de derecha,  
de un tipo o de otro. También debemos tener en cuenta que el efecto a  
largo plazo de la crisis de los años 30 fue que casi toda Europa se  
movió hacia los demócratas de la izquierda, lo que nunca antes había  
sucedido. Pero eso llevó algún tiempo. Por consiguiente, seguramente  
que hay un riesgo, pero no creo que este riesgo sea tan grave como en  
los años 30. El mayor riesgo es no ser capaz de hacer lo suficiente  
para lidiar con los problemas básicos que el capitalismo ha causado en  
los últimos cuarenta años y que han sido destacados por el despertar  
del interés por el marxismo. Blog: ¿Cómo evalúa la Unión Europea y los  
resultados logrados hasta ahora? ¿Cree usted que la UE se consolidará  
o volverá a ser una simple agrupación de Estados? E.H.: Yo creo que la  
esperanza de convertir la UE en algo más que una mera alianza de  
estados y una zona de libre comercio quedará en el olvido. Pienso que  
lo que ya se ha logrado, por ejemplo, un cierto grado de libre  
comercio, y lo más importante, un cierto nivel de derecho  
consuetudinario se mantendrá. En mi opinión la mayor debilidad de la  
UE, y la razón de su fracaso, es el conflicto entre la economía y la  
base social de la UE. Es decir, un conflicto que resultó de la idea de  
prevenir una guerra entre Francia y Alemania, unificando las partes  
más ricas y desarrolladas de Europa. Ese objetivo fue alcanzado. Pero  
luego se mezcla con un objetivo político asociado a la Guerra Fría y  
el desarrollo después del final de la Guerra Fría, que fue el  
propósito de ampliar las fronteras de Europa para incluir a todo el  
continente y más allá. De este modo, se dividió Europa en varias  
secciones que se han vuelto casi imposibles de coordinar.
En términos económicos, hay un mayor riesgo de grandes crisis en los  
países miembros de la UE desde los años 70, por ejemplo, Grecia,  
Portugal e Irlanda. Políticamente hablando, las diferencias entre los  
antiguos países comunistas europeos y no-comunistas debilitaron la  
capacidad de desarrollo adicional de la propia Europa.
No sé si Europa seguirá siendo como lo es actualmente. Pero no creo  
que la Unión Europea deje de existir, pienso que continuaremos  
viviendo en una Europa más coordinada que, digamos, después de la  
Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, si me lo permite, yo entiendo que  
usted está haciendo preguntas sobre el futuro a un historiador.  
Desgraciadamente los historiadores no son mejores que cualquier otra  
persona para predecir el futuro y por lo tanto mis previsiones no son  
el resultado de mi calificación especial para predecir el futuro.
Nota: [11 Come cambiare il mondo, en la edición italiana.
Eric Hobsbawm es el decano de la historiografía marxista británica.  
Acaba de rum piiv de sus últimos libros es un volumen de memorias  
autobiográficas Años interesantes. Crítkm.2003,
Traducción para 
www.sinpermiso.info: Carlos Abel Suárez