[Pensamientoautonomo] Boletin de La Fogata - Año IX - 22-10-…

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Author: La Fogata
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Subject: [Pensamientoautonomo] Boletin de La Fogata - Año IX - 22-10-2009
La Fogata

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                  La Fogata, Marzo 2001 - Marzo 2009, 8 años..



            "NUESTROS SUEÑOS, NO CABEN EN SUS URNAS" 



Los sueños de los setenta

Por Luis Mattini
Para La Fogata

Tengo el temor de que los proyectos políticos marxistas que llevamos adelante, poniendo todo el cuerpo, en los años setenta estén a punto de ser derrotados, no por la vía de su destrucción, como lo intentó primero el gobierno de Isabelita  y después muy duramente la dictadura, sino por la perversa vía de la distorsión.    


Porque el terrorismo de estado había logrado destrozar nuestra organización, pero no nuestro proyecto. Para el caso de una eventual derrota actual, la primera beneficiada de eso seria la camarilla gobernante, pero esos beneficios serían posibles gracias al no tan desinteresado aporte de cientos de personas pertenecientes a varios organismos de derechos humanos y otros cientos que se benefician de puestos estatales, más allá de la ocupación laboral que tenemos los empleados del Estado, sea como docentes, profesionales o administrativos asalariados.

La distorsión va desde el extremo disparate de afirmar que se está marchando hacia un modelo de país soñado por los setentistas, hasta la "sencilla", pero no inocente, idea de que el mérito de este gobierno que lo haría casi incriticable, es la defensa de los DD.HH. y la Memoria Histórica. Todo ello se engarza con la falsa idea de que nosotros habíamos luchado por la democracia hacia una total estatización de la sociedad, incluida la vida y los sentimientos privados, tipo chavismo-peronista, olvidando que para el marxismo no puede haber completa liberación social hasta tanto no se extinga el Estado.

Realmente me sorprende la falta de memoria (de quienes precisamente se llenan la boca hablando de esa ya frase hecha : "memoria histórica") para recordar las grandes discusiones que precedieron y acompañaron la toma de las armas. Las veces que hemos repetido que sólo admitíamos al Estado como una inevitable dictadura del proletariado durante un período de transición y que deseábamos lo más corto posible. Las veces que, al menos en lo interno, criticábamos a los socialismos existentes precisamente por mantener políticas de Estado que transformaron la supuesta dictadura del proletariado en dictadura de la burocracia; y si a veces no lo hacíamos públicamente era por razones de oportunidad política frente al capitalismo.

La falta de memoria para recordar cómo estudiamos en Lenin, que la democracia es un determinado modelo de dominación y no un ideal humano; por lo tanto la democracia, con cualquiera de sus aditamentos, no era nuestra meta, si bien hablábamos de "democracia popular" como un periodo de transición.

¿Cómo pueden haberse olvidado algunos de nuestros  compañeros la consigna para el programa inmediato por el que luchábamos: "gobierno obrero popular"? ¿Tiene algo de "obrera" la mujer que nos gobierna en medio de su desfile de modelos apoyada por la burocracia sindical, hoy transformada en empresarios? ¿No ven que el discurso de DDHH del actual gobierno se reduce a lo pasado en los setentas? ¿No ven la violación cotidiana de los DD.HH. como consecuencia de la persistencia en un modelo productivo basado en la biotecnología agraria, la industria derivada, la minería abierta y la manipulación de recursos energéticos, todo ello marcando una peligrosa tendencia al monocultivo que se transforma en una fabrica reproductora de pobres?    


Claro, este gobierno no es Videla ni el fascismo, eso está claro, pero a veces no parece tan claro porque estas personas ligadas a los organismos de DD.HH. actúan como si estuvieran obligadas a optar por el mal menor.

No señores, vivimos una plena democracia representativa, quizás menos que Suecia o Alemania, pero bastante más que muchos otros países democráticos; eso debe quedar claro, no existe otra democracia y a esta se la puede mejorar con esos adjetivos de moda, "participativa", "popular", etc, pero sólo mejorarla, porque siempre será un modo de dominación de una clase por otra.

Porque lo que parecen olvidar quienes dicen que este es el gobierno de los setentistas, es que, -al menos el  PRT-ERP-, luchaba por una sociedad sin clases.  Y lo que es peor, a veces creo observar que  algunos compañeros que pertenecieron a esta organización, por momentos parecen avergonzados de admitir que nosotros éramos comunistas, tan comunistas que frente al partido comunista o a los partidos trotskistas, y otras variantes pro-chinas, nos sentíamos los verdaderos comunistas, éramos los internacionalistas de primera línea y nunca creímos ni en el socialismo en un solo país, ni en la vía estatal hacia el socialismo.     


Ah, un detalle: entre las cosas para el futuro que discutíamos mientras ejercíamos la militancia y poníamos el cuerpo en la lucha armada, estaba la idea de que en el socialismo desarrollado desaparecería la división del trabajo, también desaparecerían la disciplina llamada economía política y el derecho como "ciencia jurídica", por lo tanto hablar de derechos humanos seria un absurdo, algo así como hablar de derecho a respirar. El chiste era resolver que hacer con los millones de abogados y economistas que pasarían a ser desocupados. (Para no hablar de los escribanos).

Y sí señores, a la generación que nos sigue le contamos -y a nuestros desmemoriados les recordamos- que nosotros teníamos tiempo para organizar la acción política, el sindicalismo, los estudiantes, los barrios, entrenarnos, estudiar teoría marxista y arte militar, ejercer la lucha armada y además de todo eso, fantasear con los sueños sobre la futura sociedad, cómo serían la relaciones una vez desaparecidas la feria de vanidades, en primer lugar los títulos académicos que reemplazan a los títulos de nobleza. Soñábamos que el machismo desaparecería automáticamente al desaparecer las causas que lo crearon, en fin, muchas cosas idealizadas, claro, pero estamos hablando de sueños y todo cambio en la realidad de la historia siempre empezó siendo sueño.

Bueno eso era parte de nuestros sueños. La crueldad ilimitada de la represión de la dictadura pudo con la organización, pudo reventar la resistencia, pudo asesinar a miles, pero no pudo con nuestros sueños. Por eso digo que en el fondo no pudo derrotarnos.

Ahora me pregunto, realmente preocupado ante la evidente ausencia de sueños y fantasías reemplazadas por la racionalidad de las universidades "alternativas" o "populares", o las marchas de ordenados y prolijos guevaristas.me pregunto digo, si esta malversación que se está haciendo públicamente de los sueños setentistas reduciéndolos a la simple "conquista" de los derechos humanos, por parte del gobierno y los cómplices objetivos que he mencionado, no podrá ser preludio de la derrota. ¿Aquello que la dictadura no logró con todo el peso del terrorismo de estado, se conseguirá con este modelo de dominación que ha logrado comprar a muchos ex-protagonistas?

Pues, los que nos atrevemos a seguir soñando le decimos: "Nuestros sueños no caben en sus urnas"



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Inquietudes en el impasse

Colectivo Situaciones

Inquietudes en el impasse es el texto que el Colectivo Situaciones preparó para el libro Conversaciones en el impasse. Dilemas políticos del presente (Tinta Limón, 2009). Su escritura forma parte de un diálogo con diferentes interlocutores, que en ese libro aparecen entrevistados: Suely Rolnik, Franco Berardi Bifo, León Rozitchner, Sandro Mezzadra, Raquel Gutiérrez Aguilar, Toni Negri, Peter Pál Pelbart, Santiago López Petit, Michael Hardt y Arturo Escobar.

Si decidimos editarlo simultáneamente en dos formatos distintos (aquí se publica desprendido del resto de las contribuciones), es para dar lugar a varias formas de circulación del texto. Con esta edición, de bolsillo y económica, aspiramos a exponer nuestra voz -en este caso: nuestra inquietud- como material de debate y de fácil difusión. Enhebrado con los hilos más o menos visibles de otras conversaciones, creemos que así presentado se vale por sí mismo. No tanto como posición o declaración de un grupo, sino como necesidad de abrir espacios de elaboración colectiva sobre un presente que aparece Despotenciado cuando no hace justicia al valor de las luchas de la última década y media. Lo que nos interesa es recrear un punto de perspectiva desde el cual leer las formas en que el neoliberalismo fue cuestionado, así como la resignificación de ciertas instancias de gobierno. Para aventurar la política que al mismo tiempo falta y está por venir.

Septiembre de 2009

Inquietudes en el impasse versión PDF

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Constantino Lima: La otra política nace de lo cotidiano

Raúl Zibechi
Programa de las Américas

Si no hubiera recibido la más importante distinción que otorga el Estado de manos de Evo Morales, la vida de Constantino Lima sería apenas conocida por sus amigos y compañeros, pese que es una de las personas que, en su vida personal, sintetiza la notable historia del pueblo aymara.

Hay que subir hasta El Alto para encontrar al portador de un pequeño y frágil cuerpo, mediana estatura, tez del color de la tierra, lentes claros, sonrisa generosa. Luce casi despreocupado en medio del trajín alteño, de mujeres con polleras que vocean sus mercancías y jóvenes desconfiados que miran al khara de reojo. Nació en septiembre de 1933 en Rosario, un pequeño pueblo de la provincia de Pacajes, en el departamento de La Paz, allí donde el altiplano se salpica de chullpas, las milenarias y bellas torres funerarias aymaras.

En 2008, el gobierno de Evo Morales lo condecoró con el Cóndor de los Andes, la máxima distinción que otorga el Estado boliviano, por considerarlo "una personalidad en el resurgimiento de las culturas indígenas en Bolivia". En 1960 había creado junto a otros 22 indios el Partido Autóctono Nacional (PAN) y en 1968, cuando ingresa a la Universidad Mayor de San Andrés, formó el Movimiento Universitario Julián Apaza (MUJA) .Fue el segundo indígena electo diputado en Bolivia, en 1985, por el Movimiento Indio Tupac Katari que había contribuido a fundar en 1978.

Lo encontramos en la entrada del municipio de El Alto, acompañado de un joven estudiante que no oculta su admiración por Constantino. Caminas varias cuadras por las atestadas calles de la Ceja, el centro alteño repleto de vendedores ambulantes y entramos a uno de los ruidosos bares donde siempre suena música andina, a 4.000 metros de altura, desde donde si divisa abajo la ciudad de La Paz y arriba los picos nevados de la Cordillera Real. Pide un té y sonríe. Casi no hay que preguntarle. Le gusta hablar.

Constantino Lima: A veces me preguntan dónde me he inspirado en la parte ideológica, y yo digo que no viene de la derecha ni de la izquierda, siempre he abominado porque siempre nos dijeron indios de mierda las dos partes. Mi respuesta es la siguiente: por mi padre, o por mi madre, los papás de uno hacen mucho, y la trasmisión verbal de los abuelos, tatarabuelos, y después las pajas hablan, los árboles hablan, los ríos hablan, las rocas hablan, en fin los animales nos hablan, los apus, los chullpas hablan. Yo de chico escuchaba la naturaleza.

Raúl Zibechi: Cuénteme sobre sus primeras experiencias políticas.

CL: Fue a la edad de 8 años. Iba con mi mamá agarrado de ella y teníamos que caminar 8 a 9 kilómetros mi mamá cargaba leña en los burros y vendía leña donde los kharas y así comprábamos azúcar para el té. Mi mamá me llevaba para acompañar y arreglar los burros. Cuando llegábamos para vender a los vecinos salieron de una casa unos perros grandes de raza y nos atacaron. Mi mamá se defendía como podía y yo agarrado a su pollerita. Y había unos chicos de cinco o seis años, tal vez más grandes, gritaban "mamá mamá, estos nuestros perros quieren comerse a estos indios, esa carne debe estar rica para nuestros perros". La mamá no le da importancia. Ni siquiera se preocupa. Y los niños le dan una patada en el trasero a mi madre y el atado lo jalonean y lo quieren botar, se burlan, nos dicen "indiecitos". Mi mamá se quejó al corregidor que cada vez que llevamos leña pasa esto. El corregidor era blanco y nos hace pasar a la oficina donde están los chicos correteando y llama a la mamá blanca. El corregidor empieza a reñir a mi madre, "Oiga carajo nunca más vas a faltar el respeto a esta señora. Ni una vez más te vas a estar quejando de esta niñita, ¿acaso es como vos?". La amenazó y mi mamá no tuvo otra cosa que lagrimear. Los kharas eran comerciantes y vivían con el negocio de las leñas y a nosotros nos pagaban el precio que les daba la gana.

RZ: ¿Porqué la considera una experiencia política?

CL: Eso me entró aquí (señala el corazón), una especie de ira. Llegué a la casa con siete años y le pregunté a mi papá porqué estos señores de piel que no es igual que la nuestra son así. Al día siguiente nos reunió a todos los hijos, nos hace sentar alrededor de la mesa, éramos seis hermanos, se coloca en frente a la pizarra, mi papá fue el primer profesor indio en Pacajes, y empezó a explicarnos. Dibuja Europa y el Abya Yala y el mar y toda esa distancia. Y nos dice: "Estos que tienen la piel más o menos blanca vienen de ese lugar, no son de aquí. Somos nosotros de aquí, en aymara se dice amañoko, esa raíz que sale de la tierra así somos nosotros, en cambio ellos son venidos de otra parte". Y nos explicó que sus derechos no están aquí que están allá. Ahí comprendí todo lo que estaba pasando. Pero al último dijo: "Cuidado hijos que se metan en política, tenemos las de perder. Miren cómo el corregidor la ha retado a la mamá, eso siempre va a pasar. Si ustedes se meten en política les van a perseguir, encarcelar, les van a torturar, les van a matar. Porque para nosotros no hay leyes, las leyes son de ellos, con qué cosa nos vamos a defender, los corregidores son ellos, los agentes son ellos, los jueces son ellos, los militares son ellos, la policía está bajo el mando de ellos, los abogados son ellos. Quién nos va a defender..No se metan en política porque para mí va a ser doloroso". Considero que esa fue mi primera enseñanza doctrinal y mi primera experiencia política. Crecí en rebeldía permanente.

Lima perteneció a la primera generación de intelectuales indios escolarizados luego de la revolución de 1952. Uno de sus méritos mayores fue haber re-descubierto la wiphala, la vieja bandera-estandarte de los rebeldes de 1780, dirigidos por Tupac Katari. La wiphala flameó por vez primera luego de casi dos siglos en la Semana Santa de 1970, en un juramento de los 147 alumnos del primer colegio que hubo en la provincia de Pacajes, a 150 kilómetros de La Paz. Dos meses después volvió a flamear en una asamblea de dirigentes campesinos en Coro Coro. En esa ocasión estaba presente el subprefecto de La Paz, quien informó a las autoridades que "los indios de Pacajes habían hecho flamear una bandera extranjera". Ese mismo año volvió a exhibirse ante 30 mil indios, el 15 de noviembre, al inaugurarse en Ayo Ayo el monumento a Tupac Katari. Hoy es uno de los símbolos nacionales de Bolivia, como dice el artículo 6 de la Constitución de 2009 que "refunda" el Estado.

RZ: Es evidente que no siguió el consejo de su padre.

CL: Mi padre nos instruía en la pelea y yo hacía mucha gimnasia. "En la vida hay que saber defenderse", decía mi padre. Yo era atleta. Y cuando veo a esos tipos que son más grandes que le pegaban a mi madre dije, acaso puedo probarme con ellos, y había una cancha de pelota vasca donde practicaba, y uno de esos kharas me había visto jugar. Yo decía quiero vengarme un día. Un señor me mira. Me pregunta si quiero jugar. Amarré mis burros y esperé y me tocó jugar con una de esas parejas y les he ganado. Yo me quedé muy feliz. Pero me esperaron en la calle. "Indio de mierda". Y yo estoy caliente y me doy cuenta que les voy a ganar. Les contesto: "Pedazo de blanquito de mierda, que carajos quieres, recuerda lo que has hecho a mi madre.". Se me vino encima, empecé a pelear y los hice corretear a los dos porque tenía mucha agilidad. De repente consiguen más gente y yo desamarré los burros y me fui a la casa. Fue mi primera experiencia de venganza.

RZ: ¿Cómo fueron los primeros pasos en la enseñanza oficial?

CL: Toda esta situación para mí ha sido el engorde ideológico y político. Mi experiencia me enseñó que nunca habría besado las manos de los kharas porque ellos obligaban a besar las rodillas y las manos, pero yo jamás lo hice. En 1954 ya tenía 21 años y estaba en un colegio adventista en Cochabamba, trabajaba sábados y domingos para pagar la matrícula. El primer año hubo un choque muy fuerte. Llegó el día del maestro, 6 de junio, y los de mi curso me piden que hable. Recordé la historia de un tal Mariano Ticona, de la edad de mi padre, que no lo querían recibir en el colegio porque no tenía corbata. "Que vas a poder vos que ni sabes hablar castellano". "Mira hijo no hay asiento para vos". "Yo voy a traer mi asientito", le dijo Mariano. Y volvía todos los días con su banquito. "Oyente nomás, recíbame señor". Se sentaba en un rincón. Cuando llegan los exámenes los va a entregar y le dicen que no que, no está contado. Y seguía parado allí mientras los demás entregan. "Yo sé que estoy mal pero véamelo". Al día siguiente llega bien enojado el profesor y los mira a todos y dice "Ustedes son burros blancos, no sirven para nada ustedes, este niño allí sentado Mariano Ticona. Este sí". Lo manda a anotarse y ya al segundo trimestre es el primero del colegio. Y en el discurso dije "Los indios no somos tan burros. Los blancos son más burros que nosotros". La gente se calentó, porque hablaba duro. Y cuando terminamos el acto me rodean para pegarme. Pero había unos cuantos indios y ya no hubo pelea.

RZ: Digamos que fue su segunda experiencia política.

CL: Sí. Mi tercera experiencia fue en el colegio Bush en La Paz. Como yo era revoltoso en el colegio adventista no me querían recibir. Me vine aquí. Había dos o tres indios en mi curso. Se había convocado una huelga general indefinida contra el ingreso de los indios a los colegios. "Los indios tienen que cuidar la llama, hacer chacra, papa y choclo para nosotros, ellos no tienen que estar estudiando aquí", decían. Los dirigentes de la Federación de Estudiantes empezaron a visitar colegios para que el gobierno decretara la prohibición de educación para indios. Eran unos 800 en mi colegio y hablaron y luego me tocó hablar a mí. Empecé diciendo a los de la Federación: "Miren no voy a aceptar la huelga". Mis compañeros me apoyaron. "Los indios que cosa tenemos aquí. ¿Gusanos? Podemos estudiar. Ustedes comen lentejas, nosotros también". En fin, los estudiantes me apoyaron, los kharas también. Fue en 1958 y estaba en cuarto de secundaria. Con eso se logró frustrar la huelga general indefinida, fue mi tercer acto político.

RZ: ¿Tuvo alguna participación en la revolución de 1952?

CL: Era soldado y tuve que pelear frente al pueblo, nos obligaba la comandancia y mis hermanos mayores peleaban contra nosotros. Teníamos que disparar a matar para salvar la vida. Yo era del Regimiento Bolívar 2 de Artillería, éramos como 800 y sobrevivimos 17, todos los demás murieron, hermanos tuvimos que pelear. Y matar. Donde yo estaba llegó un morterazo y murieron todos. Terrible. Yo pensé que iba a morir y agarré el fusil por la culata y me lancé por la ventana y me tiré rodando y me fui.y así me salvé. En la prensa había salido "Constantino Lima muerto" pero me salvé. Tuve tres heridas de bala, cuando llego a un lugar me miran como si fuera un Drácula, estaba lleno de sangre y se ponen locos para curarme..

RZ: ¿Cómo fue la fundación de los partidos indianistas?

CL: Veinte años después de la revolución del 52 fundamos el indianismo, el 5 de noviembre de 1960. Estaba buscando gente con quien fundar un movimiento político y en esa fecha logré junto a 22 hermanos la fundación del PAN (Partido Autóctono Nacional). En ese momento todavía no teníamos una ideología. Había aymara, quechuas y guaraníes, todos los pueblos y naciones nativas. Como yo crecí en este Estado también se ha ido formando la forma de pensar. Analizamos a los partidos que había, de derecha y de izquierda, y vimos que ninguno va a solucionar el problema del indio. Vamos a ser nosotros los que vamos a arreglar nuestro problema, ese era el pensamiento.

RZ: ¿Cómo reaccionó la sociedad?

CL: El PAN sacó un primer manifiesto, cuyo título era "El reloj del tiempo". Los de la prensa se reían de nosotros. En 1968 fundamos el MUJA (Movimiento Universitario Julián Apaza). Todos creían que era un partido político pero era un movimiento universitario estudiantil. En el 68 ingresé a la Universidad, estudiaba Derecho donde había dos hermanos nativos. Éramos como lunarcitos. Luego otros tres, ya éramos seis luego de un par de años, y de ahí empezamos a trabajar y después en 1970, cuando estaba el presidente Torres, ya entramos en candidaturas a la Federación Universitaria y se nos burlaban.

RZ: Usted jugó un papel importante en la recreación de la wiphala.

CL: Yo no doy origen a la wiphala, yo solo la redescubrí. Cuando fundamos el PAN, en 1960, la cúpula empieza a pensar cómo será nuestra wiphala, no sabíamos cómo era, cómo la manejaron Tupac Katari y Bartolina Sisa. Hay que investigar dijimos. Fui a la alcaldía, a la bibliotecas, a los curas, nadie sabía nada, nadie daba datos. A la prefectura, al palacio de gobierno, nadie sabe nada. Hasta que uno de los fundadores, Manuel Tarqui, me dice que un hermano que viene del Perú tiene un libro donde viene nuestra wihpala. Le encargué que consiguiera el libro. Pasaron como tres años y el hombre llega pero sin el libro. Pasaron varios años más. Recién en 1968 conocimos el libro: me llaman a la Universidad y me dicen que ha llegado el libro. Nos vamos corriendo, llegamos y me dice este es el texto pero sólo lo podemos tener una noche, porque el hermano no lo quiere vender y mañana se va. Me llevé el texto a la casa y me puse a leer como loco. Me compré lápices de colores y papeles blancos cuadriculados. Y cuando llegué a la wiphala dibujé como cuatro, como tonto, y leí toda la noche. Estaba muy feliz. Al día siguiente devolví el libro y guardé bien el dibujo. Cuando nos reunimos lo muestro a la cúpula: "Hermanos qué les parece, es la wiphala que Tupaj Katari ha manejado". Nadie dice nada. Me la guardé decepcionado.

RZ: Pocos años después, en 1970, la hacen pública.

CL: En semana santa 18 de nosotros preparamos un viaje a una fortaleza en Pacajes. Hicimos dos wiphalas de la agrupación. Es la primera vez que flamea la whipala ante 147 estudiantes de secundaria, mucho antes que en Perú y Ecuador. La gente se emocionó. Por segunda vez flameó en Coro Coro un 6 de junio en un ampliado campesino provincial. Ahí llevamos la wiphala y decimos esta es la wiphala de nuestros abuelos que los kharas han prohibido tanto tiempo. Pero aquí surge una anécdota. Al día siguiente el prefecto dice en la prensa que "los indios de Coro Coro han hecho flamear una bandera extranjera".

RZ: Esa fue la segunda vez.

CL: La tercera fue ante 30 mil hermanos en Ayo Ayo el 15 de noviembre de 1970 cuando se inaugura el monumento a Tupac Katari. Hasta ese momento hicimos flamear la bandera del Tawantinsuyo pero la del Kollasuyu, lo que hoy es Bolivia, no la conocíamos. Cuando llegamos con nuestras dos wiphalas aparece la otra que es un poco diferente. Empezamos a averiguar y nos dicen que esa es la del Kollasuyu, no es tan diferente pero la franja blanca va por el centro y en el otro es verde la del centro. En el Tahuantinsuyo hay cinco wiphalas.

RZ: Luego viene el golpe de Estado de Hugo Bánzer en 1971, la cárcel y el exilio.

CL: En 1972 estoy preso. Salgo en el 74 y luego me meten otra vez preso y me mandan a Canadá. Vuelvo en el 78. Hicimos un congreso en abril donde creamos el MITKA (Movimiento Indio Tupac Katari) y me eligen diputado en 1982.

RZ: ¿Qué opinión tiene del gobierno de Evo?

CL: Tupac Katari no quería Bolivia sino la reconstitución del Kollasuyo. Evo es nuestro hermano y con gusto lo tenemos. Aún los izquierdistas indios han votado por un indio, y nosotros que no tenemos candidatura indianista lo votamos con gusto. Evo es presidente gracias al voto indio. En nada se acerca esto a lo que queremos. Casi no habla del Kollasuyo. Cree que Bolivia es su país, algo que jamás dirá el indianismo. Bolivia es una idea europea y en ese sentido seguimos en el colonialismo.

Para usar este artículo, favor de contactar a americas@???.

Recursos

Constantino Lima, "Whipala del Tahuantinsuyu", La Paz, 2003.

Félix López y otros, "La Whipala", Ediciones Amuyawi, El Alto, 2007.

"Nueva Constitución Política del Estado", Ministerio de Desarrollo Rural, Agropecuario y Medio Ambiente, La Paz, 2008.

Raúl Zibechi, Entrevista personal a Constantinto Lima, El Alto, 31 de marzo de 2009.


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El régimen de facto desata el terror en las colonias populares
Entrevistas con pobladores, jóvenes y sindicalistas-blancos de la violencia golpista

Dick Emanuelsson y Mirian Huezo Emanuelsson
Programa de las Américas

Tres meses de lucha incansable del pueblo hondureño ha sido un ejemplo para los pueblos de América Latina. Pero diferentes sectores poderosos tanto en Honduras como en el exterior se mueven para neutralizar esta descomunal fuerza e impedir que la lucha alcance niveles nunca antes vistos en Honduras. Estas fuerzas buscan, sobre todo, poner obstáculos en el camino para la realización de una Asamblea Constituyente. Junto con la restitución del Presidente Manuel Zelaya, esta es la demanda central del movimiento popular contra el golpe de estado como herramienta necesaria para sacar al país y al pueblo del subdesarrollo.

En este Informe Especial, el reportero Dick Emanuelsson escribe desde Honduras sobre como el terror y la represión se generaliza como respuesta a la resistencia al golpe, pese a que el régimen de facto haya derogado el decreto de estado de excepción. Estos son testimonios de la gente que ha sufrido en carne y hueso la estrategia represiva del régimen de facto. El 7 de octubre cuando llegaron cancilleres, funcionarios y otros dignatarios de la Organización de Estados Americanos (OEA) a Tegucigalpa para participar en un diálogo, los golpistas volvieron a arremeterse contra las manifestaciones pacíficas.

Mauricio Maldonado, 18, fue baleado por la policía. Foto: Mirian Huezo Emanuelsson.

Los dolores son intensos y lagrimas caen en el trigueño rostro. Mauricio Maldonado, 18, fue baleado por la policía cuando se fue a la pulpería para comprar una bolsa de churros. Eran las 8 y media de la noche el 24 de septiembre y el toque de queda ya reinaba desde las 5 de la tarde ese día en la combativa colonia La Cañada, en la capital de Tegucigalpa.

"Llegó un Mazda blanca a la colonia y se quedó ahí un rato en la oscuridad. Uno de los hombres decía "apaga las luces", se retrocedieron un poco y comenzaron a disparar un montón de tiros. Yo caí al suelo, me pegaron en el abdomen," nos relata.

Dice que la gente de La Cañada no está contenta con el golpe de estado el 28 de junio. El barrio popular está dominado por maestros que han sido algo de vanguardia en la insurrección hondureña por su organización sindical que desde el primer día del golpe ha estado en la calle o en las huelgas generales como principal fuerza popular y organizada. En las últimas semanas, han sufrido ataques por las fuerzas de seguridad y detenciones.

El terror se desató en las colonias populares de varias ciudades hondureñas, caracterizadas por su extrema pobreza, el día siguiente del regresó de Zelaya a Honduras. Fue y es horrible. Mauricio, quien sigue postrado en el Hospital Escuela, el hospital público de los pobres, es una ilustración de esta represión dictatorial que con balas y represión trata de controlar al pueblo insurrecto.

El delito de ser joven

Saca la sabana que lo cubre y muestra donde la bala entró en la cintura, cruzó todo el estomago y salió al otro lado de la cintura. En el camino el balazo dañó parte de la columna. La familia, cuya cabeza es la madre Marbeli Pastrana, empleada doméstica con un sueldo que es la mitad del salario mínimo, tenía que comprar una resonancia magnética en la columna vertebral que costaba seis mil lempiras (350 dólares) para que puedan detectar si la columna está dañada.

"Los vecinos nos ayudaron y logré bajar el costo a 4,200 lempiras", dice la mamá, llorando de tristeza y preocupación por las consecuencias que puede tener el atentando a su hijo esa noche el 24 de septiembre.

"Yo estaba adentro cuando escuché el tirazón. Salí descalza y vi todos los niños corriendo menos a él", dice, y el nudo en la garganta se vuelve demasiado grande, "y lo vi en el suelo".

"Pero su hijo tenía suerte, sobrevivió", comentamos para darle ánimo a la humilde señora.

"¡Gracias a Dios, que sí! Pero fue horrible pasarlo así, fueron más de treinta tiros que hicieron".

¿Cómo está el ambiente ahora entre la gente en La Cañada?

"Muy unida con él, todos reunieron dinero y le doy gracias a ellos que me ayudaron", dice la señora con cuatro hijos, la menor de solo 13 años. "Esperamos en Dios que todo se arregla".

A las 16 horas del lunes, 21 de septiembre, solo unas horas después de que presidente Zelaya había regresado a Honduras, el régimen de facto impuso el "toque de queda en tiempo indefinido". El pueblo hondureño fue preso en sus propios hogares durante más de 38 horas. El toque fue levantado por siete horas el miércoles 23 a las 10 horas. Durante esas horas, decenas de miles de los habitantes en las colonias de Tegucigalpa y San Pedro Sula se rebelaron y hasta que tomaron control de varias postas policiales.

Lo típico en esas colonias es que el pobre compra lo que consume diariamente en sus pulperías, pequeños negocios en la cuadra. Fue por eso que la rabia contra la decisión de imponer un toque de queda, que no solamente viola la constitución, sino deja a la gente sin con que comer, fue recibido por una furia pocas veces visto antes en Honduras. La decisión reforzó el rechazo contra los golpistas y aumentó la conciencia política de la población.

Junior Adalberto Rodríguez, 18 años, un muchacho entre los miles que ahora se ve en las marchas de la Resistencia. Foto: Mirian Huezo Emanuelsson.

Entramos a otra habitación en el hospital y encontramos a Junior Adalberto Rodríguez, 18 años, un muchacho entre los miles que ahora se ve en las marchas de la Resistencia, jóvenes de los barrios populares que muchas veces son difíciles para la dirección de la Resistencia a controlar porque tienen la rebeldía en la sangre combinado muchas veces con un odio hacía una sociedad que solo sabe reprimir a la juventud en vez de darla oportunidades de estudio y trabajo.

Está sentado en la cama mirando hacía la pared. Él y otros seis compañeros fueron baleados el 22 de septiembre durante el toque de queda. Dice su mamá, Carmen:

"Él es de la Resistencia y estaba en camino a la casa cuando apareció un tipo vestido de negro y lo disparó. El tiro entró por el lado derecho de la mandíbula y salió por el otro lado. Rompió la mandíbula y los dientes.

"Como madre me sentí muy mal, ahora no se puede salir porque uno tiene miedo andar en la calle porque cualquier cosa puede pasar. Esa noche todo el mundo andaba revuelto ahí.".

Ser joven hoy en Honduras es considerado como un delito, según dicen los mismos jóvenes. Los militares y los policías ven a la juventud como un cuerpo subversivo que es preferible pegar y "neutralizar" ante el hecho que se organice en la Resistencia.

Abel Morales explica lo del Maratón que ha organizado su sindicato para los gastos medico de Jairo Sánchez. Foto: Mirian Huezo Emanuelsson.

"Son de balas vivas"

Mario Valladares, 47, de la Colonia Israel Sur, es otra víctima que encontramos en una habitación allá en el cuarto piso del Hospital Escuela, lleno de victimas por un régimen que ha sido condenado por el mundo entero.

"Salí a las 10 de la mañana cuando aparecieron dos motorizados (patrullas). No niego que soy de la Resistencia. Porque a mi pueblo lo voy a defender. Las cosas como están ahorita, muchas veces la gente se agacha la cabeza pero el pueblo ya despertó. Y yo digo con orgullo que yo muero por mi pueblo si es necesario."

"Yo estaba formando un grupo de la Resistencia cuando llegó la motorizada y uno de ellos sacó la pistola. '¿Por qué saca la pistola? ¿Qué le pasa? Somos hondureños, nosotros andamos en paz, no hay armas, palos o piedras', dijimos nosotros.

"'No hay ningún problema', contestaron ellos. Pero cuando se fueron, comenzaron los muchachos a gritar consignas y eso no les gustó. Cuando yo miro que uno de ellos levanta un fusil FAL, yo me tiro al suelo pero ya es tarde, ya estoy pegado junto a seis otros compañeros. Dispararon en forma indiscriminada a la multitud. La bala entró acá,"-muestra el muslo de la pierna izquierda-"y salió por el otro lado, mucha suerte porque solo tocó carne viva, nada de musculoso o hueso".

Estaban a la hora por el levantamiento del toque de queda. Pese a eso fueron salvajemente agredido con armas de fuego de alto calibre, 7.62 mm.

"¿Sabes por qué levantan el toque de queda?" Valladares responde a su propia pregunta sin titubeos, "¡Para matar a la gente! Porque la orden, sencillamente, es de disparar a la gente y la orden viene de arriba, lo sé porque yo estuve en el ejército. Porque un subalterno no dispara así no más sin orden de arriba. Hablan que disparan balas de goma, pura mentira, son de balas vivas. De 25 metros nos disparaban. ¡Que barbaridad! Ellos no piensan, solo piensan en matar".

Esa misma mañana y la misma hora cuando fueron baleados Mario Valladares y sus seis compañeros, cayó también Jairo Sánchez por las balas de los uniformados bajo el mando del general Romeo Vázquez. Los agentes de la seguridad del DNIC (Departamento Nacional de Investigación Criminal), sin expresar una sola palabra, echaron fuego a la multitud que protestaba contra la dictadura en la Colonia San Francisco.

"Lastimosamente, al compañero le pegaron un tiro en el pómulo derecho, quedando él bien mal de salud," dice Abel Morales, secretario de actas de la federación nacional de SITRAINFOP, Sindicato de Trabajadores del Instituto de Formación Profesional que en Honduras aglutina casi mil afiliados.

En el momento cuando lo entrevistamos en el hermoso parque en Tegucigalpa que constituye la parte central del Instituto, los afiliados del sindicato están realizando un 'Maratón' para recaudar recursos económicos porque el tratamiento y las operaciones del compañero tienen un costo de medio millón de lempiras, o algo así como 27,000 dólares. El líder sindicalista está a un milímetro de la muerte.

"Gracias a Dios, el compañero está consciente. Debido a la operación que le practicaron el mismo miércoles de la arremetida no puede hablar. Él solamente hace gestos con la mano, sí, escribe notas para poder comunicarse con nosotros", dice Morales.

¿Pero el toque de queda se había levantado a esa hora cuando fueron agredidos?

"Sí, precisamente en esos momentos se había suspendido el toque de queda. La Resistencia nos hizo un llamado y atendimos el llamado."

Inmediatamente, Sánchez fue trasladado al Hospital Escuela pero ante el hecho de que el hospital no posee la capacidad suficiente después de tres meses golpe de estado y ante la gravedad de la herida, fue trasladado a Medical Center, un lujoso hospital privado con los mejores médicos donde fue atendido en seguida.

"Sacaron las esquirlas del proyectil y las esquirlas del hueso que se fracturó y que habían quedado. Repararon también algunas arteras y venas que el disparo había dañado," narra Morales, indignado.

"En este momento los médicos no se atreven de sacar el tiro porque está alojado muy cerca de la aorta. El compañero puede tener una hemorragia muy fuerte y podría perder la vida."

¿Cuál fue la reacción de sus afiliados del sindicato cuando supieron sobre el intento de asesinar al compañero?

"Llamaron a todos los directivos, investigando, porque la verdad es que en este sindicato tenemos una base muy unida. En casos como éste, la gente reacciona de una forma muy satisfactoria".

Mientras platicamos, se escucha una gran bulla de la Gran Maratón que ha organizado el sindicato para lograr recaudar dinero y así cubrir los altos gastos médicos de su compañero.

"En todos los seccionales en todo el país estamos haciendo éste Maratón para apoyar al compañero. Estamos agradecidos con los sindicatos en todo el mundo, porque hemos recibido la ayuda de todos ellos".

Morales explica: "Porque la situación en Honduras es dura y nosotros los líderes sindicales somos muy expuestos a esta situación. A las 6 de la tarde el miércoles pasado llegaron a la colonia donde yo resido un contingente de cuatro patrullas con un total de 60 elementos y elementos motorizados e irrumpieron en muchas colonias, no solamente la mía, a tiros, con ráfagas de sus fusiles, allanando casas, rompiendo puertas, sacando algunos compañeros que están en la resistencia. Gracias a Dios, a mi casa no llegaron. Pero hemos recibido noticias que dicen que nos tienen vigilados, más que todo, nosotros dirigentes sindicales que estamos al frente de esta resistencia que para nosotros y todo el mundo es pacífica. Pero viene la policía y el ejército y nos reprimen".

"La situación se está tornando un poco difícil y los organismos internacionales deberían poner mano en este asunto".

¿Lista de muerte a dirigentes populares?

Apropósito la represión contra los dirigentes sindicales, el año pasado fueron retenidos tres agentes del DCIN por parte de sindicalistas de Sintraunah (el sindicato de la Universidad Autónoma de Honduras, UNAH) cuando estos agentes actuaron en forma extraña. Encontraron una lista con 130 nombres, fotografías de dirigentes populares, sedes sindicales, números de teléfonos de estos, etcétera. ¿Estaba también SITRAINFOP en la lista?

"Los compañeros de Sintraunah, que es un sindicato muy beligerante, lograron retener tres agentes de la DCIN y a ellos decomisaron una lista con 130 nombres de sindicalistas y líderes populares, entre ellos la dirigencia de SITRAINFOP".

Nueva operación a Sánchez

Vamos al Medical Center en donde el presidente nacional de los profesores politécnicos hondureños, Jairo Sánchez, está esperando una segunda operación debida que la fiebre, que le afecta durante los últimos dos días, no ha bajado. Vemos una persona consciente con una mirada firme y fija que nos dice más o menos como la canción:

¡"Nos tienen miedo porque no tenemos miedo"!

Audio de las entrevistas:

Mauricio Maldonado, 18, fue baleado en el estómago por la policía cuando se fue a la pulpería durante toque de queda en Tegucigalpa el 24 de septiembre 2009.

Escuchar aquí: http://www.box.net/shared/trfasb10n6 .

Junior Adalberto Rodríguez, 18 años, activo en la Resistencia fue baleado por el lado derecho de la mandíbula y el tiro salió por el otro lado. Rompió la mandíbula y los dientes.

Escuchar aquí: http://www.box.net/shared/8inbffaqsl .

Mario Valladares, 47, activo en la Resistencia, fue baleado por la policía en el muslo y el tiro salió por la pierna izquierda.

Escuchar aquí: http://www.box.net/shared/20viy5ckdr .

Entrevista a Abel Morales, secretario de actas de SITRAINFOP, acerca el intento de la policía política secreta de DNIC de asesinar a Jairo Sánchez, presidente del SITRAINFOP el 23 de septiembre 2009.

Escuchar aquí: http://www.box.net/shared/bhqbfxzqhp .

Dick Emanuelsson es reportero en América Latina desde 1980 y reside en Tegucigalpa desde 2005. Escribe para varias agencias internacionales.




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Algunas precisiones sobre el clasismo en los setenta

Por Edgardo Fontana (Camba)

El lunes 5 de octubre Beatriz Sarlo escribió un artículo de opinión en el diario La Nación, titulado "Piquetes buenos, piquetes malos". Allí la otrora intelectual orgánica al maoísmo argentino, hoy columnista de las principales empresas mediáticas del país, realiza una intervención para el asombro. Su intención es ligar el actual conflicto en Kraft con las luchas desplegadas por el sindicato de los mecánicos cordobeses a comienzos de los años setenta, para así esbozar dos hipótesis críticas: por un lado cuestionar el discurso macartista de la dirigencia de la CGT y por el otro denunciar al setentismo kirchnerista, porque sus invocaciones al pasado se refieren únicamente a la "gloriosa JP".

Lo llamativo es que Sarlo reproduce cada una de las operaciones que cuestiona, confirmando así una manera de referirse a la historia que nos incomoda muchísimo, por cómo mutila y empobrece procesos que fueron complejos y permanecen abiertos a múltiples interpretaciones. A este historicismo voraz le interesa hallar apoyaturas prestigiosas para argumentaciones políticas, que no hacen sino realimentar los estereotipos más tradicionales. El siguiente relato intenta aportar una versión apenas más matizada sobre aquellos acontecimientos, pero que tal vez alcance para desarmar algunas nociones especialmente pueriles.

Por ejemplo, la autora no menciona que entre el clasismo y las expresiones del peronismo revolucionario hubo mucha más colaboración que desconfianzas. Que tales organizaciones de base se distinguían menos por la ideología que por su fuerte contenido democrático, lo que suponía un pluralismo capaz de rechazar todas las orientaciones lineales, sean del color que fueran. Tampoco da cuenta, en su afán condenatorio de las organizaciones revolucionarias que eligieron la vía armada (a las que tilda sin empacho de terroristas), que si algo resulta aún hoy llamativo en las decisiones políticas de René Salamanca, no fue precisamente su radicalismo guerrillero sino el tardío apoyo que brindó nada menos que a Isabel Perón.

Pero ninguna de estas precisiones tiene sentido, en verdad, si aparecen desligadas de lo que sigue siendo una pregunta pendiente y muy actual para nosotros: ¿en qué puede consistir una política obrera que ya no tenga como horizonte (aún si los reconoce entre sus antecedentes) ni al peronismo ni al socialismo? Claro que para formular este tipo de interrogantes hay que preocuparse por escuchar lo que las nuevas luchas tienen para decir y no regodearse tanto en lo que cada quién hizo hace treinta años, sobre todo cuando esas reminiscencias tienen como objetivo la autopromoción y el vedettismo.

Los orígenes del clasismo

En los años setenta, René Salamanca condujo los destinos del sindicato más poderoso de Córdoba y junto a Agustín Tosco y Atilio López conformaron un polo alternativo al sindicalismo vertical representado por la ortodoxia peronista.

Eran tiempos de gran efervescencia política. Había muchas tendencias, tales como las Fuerzas Armadas de Liberación (FAL); el Partido Comunista Revolucionario (PCR); Vanguardia comunista (VC); el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) y la izquierda peronista con sus distintas vertientes, cuyas raíces se remontaban a la Resistencia, como las Fuerzas Armadas Peronistas (FAP) y también Montoneros.

La clase obrera pasa a ser un territorio de disputa para la mayoría de las organizaciones que en su horizonte avizoran un proyecto socialista revolucionario. En este contexto, el PCR, al que luego se afiliaría Salamanca, en el primer congreso nacional realizado en diciembre de 1969, caracteriza al Cordobazo como el punto de inflexión de la lucha de clases en la Argentina. El PCR y otras organizaciones proyectan la creación de células revolucionarias en las fábricas y la formación de una "corriente sindical clasista". Para ello destina a militantes que trabajen en las fábricas o bien para que distribuyan literatura partidaria.

Salamanca fue uno de los fundadores de la agrupación Felipe Vallese (sic) y en 1970 se presenta como candidato a delegado, venciendo al representante de Elpidio Torres. Pero su designación no prosperó por carecer de la antigüedad establecida en los estatutos. Al año siguiente, insistió como subdelegado. Ganó y su triunfo fue reconocido. Su figura estaba creciendo dentro del Movimiento de Recuperación Sindical (MRS) y en 1972 encabezó la Lista Marrón pluralista.

"En aquél tiempo nos juntábamos más de 400 delegados. Un hervidero. Era la expresión política que había en la provincia. Por lo tanto, la asamblea se convertía en un foro político" afirma un compañero de lucha de Salamanca. Cuenta que una de las preocupaciones de Salamanca era el pluralismo. "Podríamos haber puesto gente nuestra solamente y no lo hicimos. Cuando ganamos las elecciones, gobernaba Lanusse y dominaba la política el tema del regreso de Juan Domingo Perón. Éramos jóvenes. Yo fui un año delegado y pasé luego a ser secretario adjunto".

Para Agustín Funes, Salamanca tenía una relación de respeto con las bases peronistas. "La izquierda en general era gorila por un problema ideológico de formación, experiencia y luchas. René hizo todo lo contrario. Cuando volvió Perón decía: el 90% de los obreros son peronistas, y convocó a recibirlo a Ezeiza".

La propuesta de la lista marrón se centraba en los siguientes puntos: reducción de los cargos sindicales pagos -de 13 a 4- y rotación obligatoria por los lugares de trabajo; una asamblea podía destituir a un delegado sin más trámite; todas las resoluciones del sindicato debían ser aprobadas por asamblea abierta; apoyo firme a la restitución del sábado inglés; afiliación de los administrativos al SMATA; un único convenio colectivo para todos los trabajadores y reajustes salariales cuatrimestrales; exigir que la empresa reconociera el trabajo insalubre; reducción del ritmo de la producción y participación gremial en la determinación de la marcha del trabajo. Durante la campaña levantaron las banderas de la honestidad y la democracia sindical.

Democracia sindical y burocracia

Ganadas las elecciones, Salamanca y los clasistas del SMATA se dedicaron a trabajar por la unidad de los trabajadores automotores y el cumplimiento de la plataforma que los llevó al triunfo. Uno de los puntos es el referido al contacto de los dirigentes con las bases. "La mitad de los directivos iban a trabajar y quedaban los suplentes; cosa que escucharan lo que pasaba en la planta. Fue un salto cualitativo para la organización", evalúa Funes.

Sin embargo tuvieron que enfrentarse a duras embestidas, primero del gobierno militar y después del aparato sindical peronista. Por caso, la decisión de un juzgado y del Ministerio de Trabajo de otorgar la jurisdicción de Fiat a la UOM en noviembre de 1972, provocó la reacción del SMATA quien la rechazó de plano. Plebiscitó la medida en las puertas de la planta obteniendo una amplia victoria. Ignoró lo decidido por el Ministerio y en junio realizó una segunda consulta en la que los trabajadores de Fiat se manifestaron a favor del SMATA por abrumadora mayoría.

Ante la negativa de la empresa de reconocer los resultados, los obreros de Concord ocuparon la fábrica y recibieron el apoyo de otras empresas como Perkins. Gobernaba el peronismo quien medió en la situación y en 90 días la cuestión debería ser resuelta en el ámbito del Ministerio de Trabajo de la Nación. Sin embargo, la disputa iba mucho más allá tanto del SMATA como de la UOM que pugnaban -a nivel nacional- por el control del movimiento obrero; la pelea de fondo era entre la derecha y la izquierda peronistas. El tema no se resolvió hasta 1975 y en favor de la UOM.

Combativos y disidentes

En 1973, podían reconocerse cuatro sectores gremiales bien definidos.

El ortodoxo, que se reconocía peronista y verticalista. Entre ellos se encontraban la UOM, molineros, madereros y taxistas. Respondían a la conducción de la CGT Nacional y a las 62 Organizaciones.

Los legalistas, eran peronistas pero más independientes y plurales. Controlaban unos 25 gremios y estaba liderado por Atilio López (UTA), secretario general de la CGT regional Córdoba.

El sector independiente reivindicaba un modelo de sindicalismo democrático y antiburocrático. Estaba formado por siete gremios y el referente principal era Agustín Tosco quien se definía como marxista y socialista.

Por último, el clasista representado por el SMATA conducido por René Salamanca. Dicho sector pensaba que la clase trabajadora debía motorizar un proceso revolucionario. Se descreía de la salida electoral -propiciaron el voto en blanco- y era crítico de la burocracia sindical peronista. Contaba en sus filas a trabajadores de los ex sindicatos Sitrac y Sitram que agrupaban a obreros de Fiat y Materfer.

Pero el PCR siempre fue crítico de la experiencia de los ex-sindicatos Sitrac y Sitram, porque consideraba que habían sido "rifados" por posiciones ultraizquierdistas. De acuerdo a sus tesis insurrecionalistas, el PCR decía que quería preservar el SMATA hasta el momento de la insurrección y la toma del poder, sin embargo terminó facilitando la intervención del gremio por parte del gobierno de Isabel Perón en el orden nacional y del golpista brigadier Lacabanne, en Córdoba, en agosto de 1974, con una prolongada huelga previa que el PCR justificó diciendo "un topetazo más y se cae el ruso Gelbard".

Legalistas, independientes y clasistas, configuran la CGT Córdoba. Los caciques porteños comenzaron a manifestar su decisión de disciplinar a los cordobeses. Salamanca, por su parte, había tejido una alianza con el sector de legalistas e independientes de la CGT combativa. No obstante, las elecciones de 1973 dividieron las aguas. Razones políticas e ideológicas los separan.

El SMATA criticó duramente la decisión de Atilio López de aceptar la candidatura a vicegobernador y a Tosco por apoyar la fórmula. Llamaron a la abstención. Pero los trabajadores votaron en asamblea el apoyo a la fórmula del Frente Justicialista de Liberación (FREJULI).

Segundo triunfo de la Marrón

En 1974, pese a una maniobra orquestada por José Rodríguez unificando las elecciones nacionales con las provinciales, los trabajadores que según James Brennan -autor de una investigación sobre el movimiento obrero cordobés en los setenta- eran mayoritariamente peronistas, ratificaron su voto de confianza en la lista clasista que venció a la de Elpidio Torres y a la del PC. Esta victoria si bien consolidó la alianza del Movimiento Sindical Combativo que se oponía al Pacto Social y a las políticas de Perón, no trasladaba directamente un apoyo a la política del PCR que impulsaba Salamanca. Estaba claro que los obreros mantenían su lealtad a Perón y no estaban dispuestos a romperla.

El propio Atilio López, quien había abandonado al MSC presionado por Perón, participó de una movilización en repudio al fallido atentado contra Salamanca (11/12/73) y a la muerte del activista Arnaldo Rojas. A partir de estos hechos se inicia una campaña de terror que cobraría decenas de víctimas en los seis meses siguientes.

Tal vez una CGT unificada podría haber resistido los ataques del gobierno y de la burocracia. Pero el movimiento obrero ya estaba dividido entre peronistas y no-peronistas, y la lucha por recuperar el poder había sido planteada a todo o nada. Sobrevino el conflicto entre SMATA y la empresa IKA Renault en demanda de aumentos salariales. El gobierno declaró ilegal la medida por la vigencia del Pacto Social.

A la empresa le venía bien el conflicto para llevar adelante su política empresarial que también se veía perjudicada por el Pacto Social. Sobrevinieron las suspensiones y el cierre del complejo de Santa Isabel. De inmediato, la conducción nacional expulsó a los miembros del comité ejecutivo. Suspendió a la seccional y nombró una comisión de Buenos Aires para que asumiera el control. Esto fue duramente resistido por los trabajadores quienes rechazaron toda interferencia de los porteños.

La influencia partidaria

Un tema controvertido es la carta que Salamanca escribe en apoyo al gobierno constitucional en 1975. Agustín Funes interpreta que "esta decisión es propia de un líder con aspiraciones revolucionarias que tenía la captura recomendada. El hecho de llegar de este modo, con una carta, era porque no podía hacerlo con la voz. Desde la clandestinidad advierte que las más golpeadas iban a ser las masas y la clase obrera. Entonces, las convoca a generar las condiciones para parar el golpe de Estado. Es una decisión política de los miembros del partido del cual era miembro". Agrega además que el PCR venía encabezando la lucha antigolpista desde 1974, a partir de la muerte del presidente Perón. "Para nosotros, se abre una lucha sin retorno y es el golpe".

Por su parte, Nicolás Hadad puntualiza que una línea del partido define al enemigo principal y se pronuncia contra el golpe sabiendo lo que vendrá. Sin embargo, reconoce que no acordaba con esa postura. "Me asustaba el golpe, pero entendía que el gobierno de Isabel se caía por todos lados. La presión era grande. Habían matado a Atilio López y a su secretario y estaban provocando el terror. Pero hoy, mirando desde acá, pienso que esa línea era la correcta. Lamentablemente, después pasó una topadora".

Para James Brennan los vínculos del dirigente con las bases se habían debilitado, en cambio, se estrecharon con el partido. "Su falta de pelos en la lengua y su personalidad de renegado no sentaban bien a la jerarquía del PCR en Buenos Aires que apenas había tolerado sus actitudes cuando era secretario general del gremio más importante del interior del país".

Hacia fines de 1975 se había convertido en víctima de las contradicciones del partido quienes llegaron a defender el gobierno de Isabel Perón. Para Brennan, Salamanca en la carta a los Trabajadores de SMATA, "repite como un loro las obsesiones conspirativas del PCR, ya fuera porque olvidara la realidad o porque seguía directivas partidarias para ignorar las verdaderas preocupaciones de los mecánicos. Pero para ese entonces las suyas eran políticamente palabras huecas, apenas los débiles estertores de la muerte del clasismo cordobés".

Fuente: "Salamanca, un dirigente que no traicionó sus convicciones", de Katy García, en Prensa Red.

Clic: Nota de Beatriz Sarlo


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Recordando a Silvio Frondizi
A 25 años de su asesinato por la Triple A el 26.09.1974
Reportaje a Ricardo Napurí

Mario Hernandez
Programa radial El Reloj - FM Flores (90.7) - Lunes de 19:00 a 20:00

-MH: Estamos con Ricardo Napurí, ex senador peruano, ex diputado constituyente, en los inicios de la década del 80, quien en los comienzos de su residencia en la Argentina, tuvo la oportunidad de conocer al Dr. Silvio Frondizi, que fuera asesinado el 26 de setiembre de 1974 por un comando de la Triple A.

-RN: Silvio no sólo es un marxista olvidado como dice Horacio Tarcus en su libro, sino una personalidad injustamente olvidada si tenemos en cuenta que ha sido uno de los intelectuales más profundos y que más aportó desde 1945 en esa etapa crucial de casi 30 años. Tuvo una evolución política del liberalismo al marxismo. Escribió obras como El estado moderno, John Locke, La realidad argentina y su obsesión fue formar cuadros políticos. Ese era el proyecto de Silvio cuando yo lo conocí, la formación de cuadros políticos informados, capaces de aprender conocimientos y de actuar no sólo en el país sino en América Latina.

-MH: ¿En qué circunstancias conociste a Silvio Frondizi?

-RN: En circunstancias excepcionales. Yo era oficial de aviación en Perú y me negué a bombardear una rebelión de la izquierda aprista. Un militar que en 1948 se niega a cumplir las órdenes de ametrallar y bombardear es más que un rebelde, es un hombre despreciable para la institución militar. Me hicieron consejo de guerra y me deportaron. Así llegué a la Argentina.

-MH: Digamos que no aceptaste la obediencia debida.

-RN: No, soy una especie de violador primario de la obediencia debida. Perdí todo, incluso podría haber perdido la vida. Llegando a la Argentina la policía me captura con la connivencia de la policía secreta peruana y me metieron en la famosa Sección Especial de la Policía Federal donde se aplicó por primera vez la picana eléctrica.

-MH: Estamos hablando del primer gobierno peronista.

-RN: Así es. Me iban a deportar nuevamente. Lógicamente no la pasé bien hasta que un familiar fue al estudio de los hermanos Frondizi y lo encontró a Silvio que dijo 'yo lo saco' y así lo hizo. A partir de eso me preguntó quién era, yo le conté mi historia y él me dijo: 'Ud. ha hecho cosas importantes en su vida pero no tiene conciencia de ello, por qué no le da forma conciente haciéndose un combatiente social y revolucionario, yo lo ayudo', y me invitó a integrar Praxis.

-MH: Praxis era el grupo político que había formado Silvio.

-RN: Efectivamente, en 1945 y que tenía como ladero principal a un joven muy brillante en esa época que después desapareció de la vida política, Marcos Kaplan. Yo me integré y permanecí 10 años en el desarrollo de la etapa fundacional de Praxis. A pesar de que yo venía de la no intelectualidad, de la no reflexión política ni académica, venía de las FF. AA. donde se estudia poco, sin embargo, Silvio me hizo producir saltos cualitativos en mi cultura política. Tomé la tarea de las relaciones internacionales, por eso conocí a Paz Estenssoro, que estaba exiliado en Argentina, a Goulart, a Salvador Allende. También se comenzaron a formar grupos políticos. Por ejemplo, Michel Pablo, el historiador marxista dice que formó un grupo político en Brasil con los textos de Silvio Frondizi. Mucha gente desconoce que Silvio tenía una imagen internacional, en varios países. También me ligué a los estudiantes latinoamericanos que en ese momento eran unos 30.000. Silvio aprovechó para formar equipos de estudiantes bolivianos, peruanos, ecuatorianos y brasileños que formaron una especie de Internacional. Poca gente sabe esto. Ese era Silvio Frondizi que también escribió La realidad argentina. Fue uno de los primeros que percibió el carácter nacionalista del peronismo, el significado de la irrupción de masas y su forma de gobierno, discrepando con la izquierda tradicional que lo atacó mucho porque oscilaba frente al peronismo e incluso lo acusaban de movimiento facista.

Otro momento crucial de su vida fue cuando consigo convencerlo al Che Guevara, a pesar de la oposición del Partido Comunista cubano, de invitarlo a Cuba para poner toda esa estructura que tenía Silvio al servicio de un proyecto, de una especie de Internacional latinoamericana con patrocinio del Che. Fue una verdadera tragedia que no hubiera cristalizado. Fue una de las razones por las cuales me volví a Perú a desarrollar un proyecto revolucionario en acuerdo con el Che.

-MH: ¿En qué circunstancias muere Silvio?

-RN: Yo estaba exiliado en París porque el gobierno militar de Velasco Alvarado me deportó a Chile y caí con Allende. Después logré reconstruir las circunstancias de su asesinato. El hecho central es que Silvio se dedicó siempre a la defensa de los presos políticos. Iba a la cárcel, con Duhalde, con Ortega Peña, todo ese equipo se exponía. En un momento determinado no había tanto riesgo pero en el gobierno de Isabel Perón la figura fuerte era López Rega, creador del grupo parapolicial llamado Triple A, y la represión deja de tener el carácter "suave" de antes y comienza el genocidio, a pesar de lo cual Silvio continúa su actividad. Recordemos que Ortega Peña fue asesinado unos meses antes. Sus compañeros le advertían que le iba a ocurrir lo mismo pero Silvio dijo 'yo tengo que cumplir con mi deber'.

Finalmente la Triple A lo mata en su casa, la allanan, matan a su yerno, a él le meten 50 balazos y luego emiten un comunicado diciendo: Hemos matado a esta basura humana, representante del comunismo internacional. ¡Viva el gobierno de Isabel Perón! ¡Viva la democracia en el país!. Se solazaban tirando comunicados de este tipo.

Los elementos de barbarie no aparecen el 24 de marzo de 1976. Fueron previos y Silvio fue una de sus víctimas porque no aceptó la idea de exiliarse y lo mataron como advertencia de que todo aquel que se atreviera a defender los Derechos Humanos iba a seguir el mismo camino. Un poco como pasa con Julio López en la actualidad ahora que lo han secuestrado y es el desaparecido 30.001. Los grupos de tareas quieren advertir que todo aquel que sea consecuente contra los actos de represión del pasado va a seguir el mismo camino.

La muerte de Silvio tiene significados diversos. El más importante para mí lo fue como personalidad independiente, humanista, que se jugaba por la vida, por los Derechos Humanos, por los que estaban perseguidos. El gesto personal de un hombre de una dignidad extraordinaria, de esos que mueren siendo fieles a sus ideales.


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