[Pensamientoautonomo] Hablando de control social

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Author: jchueco
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To: pensamientoautonomo
Subject: [Pensamientoautonomo] Hablando de control social
SEGURIDAD PÚBLICA EN MANOS PRIVADAS
Sonríe, Montoto te mira
Más de 100 cámaras privadas del empresario y ex dirigente montonero
vigilan Buenos Aires, pagadas por el gobierno porteño.

Multiempresario. Desde las oficinas de Codesur en Puerto Madero,
Montoto explica que con sus cámaras el espacio público “se ve como si
estuvieras viendo Canal 13”. Ahora mismo, si usted está leyendo este
diario en una plaza o en alguna estación de tren, Mario Montoto lo
puede estar mirando. Puede que haya una cámara de video apuntando
sobre su hombro y que del otro lado esté sentado el ex secretario de
Mario Firmenich en Montoneros -o alguien que trabaja a sus órdenes–
frente a una pantalla de la tecnología más moderna. Puede suceder que
el ex socio de Sergio Taselli en Metropolitano, el empresario exitoso
que emplea a miembros de las Fuerzas Armadas retirados en su empresa
de venta de equipamiento para la defensa, tenga en sus manos un CD con
imágenes suyas. Todo eso es posible porque Montoto es el dueño de una
red de vigilancia que tiene más de cien cámaras montadas en puntos
estratégicos de la ciudad de Buenos Aires.

El sistema de monitoreo está en 73 puntos de la ciudad, tiene
comunicación inalámbrica y capacidad para almacenar imágenes por dos
meses. Los equipos de Montoto, aunque sea difícil de creer, cuentan
con la autorización expresa del Gobierno porteño para funcionar.

La red de vigilancia se puso en marcha hace 25 meses. El ex jefe de
Gobierno Jorge Telerman lo había anunciado en su momento como un
acuerdo de la ciudad con la Universidad Tecnológica Nacional, lo cual
es cierto. En parte.

A la hora de la inauguración, en diciembre de 2005, se dijo que las
cámaras ayudarían a prevenir el delito y a que Buenos Aires se parezca
un poco más a Londres, Nueva York, Toronto o Barcelona.

Nunca se aclaró a quién pertenecían las cámaras, el software y el
equipamiento para manejarlas, los monitores para dirigirlas y las
grabadoras para archivar las imágenes. Nunca se explicó que la UTN
había subcontratado a Montoto.

El empresario diseñó su traje de Gran Hermano con paciencia. Primero,
su empresa Corporación para la Defensa del Sur (Codesur) hizo el
trabajo de ingeniería. Después, tendió en la ciudad la red que le
permite tener más de cien cámaras de última generación monitoreadas en
un centro de control, que ahora funciona en Corrientes y Malabia, a
cargo de la Guardia Urbana del Gobierno porteño. Por último, se hizo
subcontratar por la UTN. Conocedor de que a cualquier gobierno se le
hace difícil explicar que es su socio, Montoto evitó de esa manera dar
la cara y también tener que competir con otras empresas, ya que no
hubo un llamado a licitación y todo se tramitó mediante un convenio
del gobierno con la universidad.

“Todo esto nos llevó un año y medio de investigación y desarrollo. De
medir, ubicar y conseguir las terrazas de los edificios para instalar
una antena. Nos llevó seis meses de discusiones conseguir que un
consorcio te deje instalarla. Tuvimos que ensamblar los equipos porque
parte de la tecnología es israelí y parte americana (nosotros nunca
hacemos desarrollo con productos de un solo país)”, confirma el
empresario en una entrevista con Crítica de la Argentina en una de las
dos oficinas que mantiene en Puerto Madero.

Los directivos de la UTN admiten la sociedad con Montoto. El decano de
la Regional Buenos Aires de esa Universidad, Luis Ángel de Marco,
explica que “las universidades tienen leyes que les permiten la
contratación directa con el Gobierno”.

–¿No perjudica a la Universidad asociarse con un empresario
controvertido como Montoto?

-A la Universidad lo que le importa es que su socio cumpla y poder
financiarse.

Montoto esperó, en vano, que el gobierno de Telerman lo contratara
definitivamente. Y ahora se queja: “Llevamos invertido mucho dinero.
Son números altos. Varios cientos de miles de dólares. Es mucho
dinero. Nosotros estamos subcontratados por la UTN y cobramos un canon
que entendemos es muy bajo pero que es nuestra apuesta a que este
sistema se pueda desarrollar”. Para poner en números su descontento,
hay que decir que el gobierno de la ciudad paga por ese paquete 340
mil pesos mensuales a la UTN. Montoto jura que sólo recibe algo más de
70 mil pesos.

Los servicios de vigilancia electrónica que contrató la ciudad
incluyen cámaras que pueden girar 360 grados y que tienen una
capacidad de zoom de hasta 800 metros. El software cuenta con sistemas
de alertas tempranas, que avisan, por ejemplo, si en un andén vacío
quedó un valija o si alguien está corriendo en una dirección distinta
a la de la mayoría de la gente.

Esa tecnología simplifica el trabajo de quienes monitorean las
cámaras, cuya atención es mínima según los estudios más recientes. El
sistema de almacenamiento, en tanto, permite guardar las imágenes
durante 60 días. La imagen es nítida, a pesar de que llega por vía
inalámbrica. Montoto lo grafica: “es como si estuvieras viendo canal
13”.

Montoto aclara que no teme por el reciente desembarco en el mercado de
empresas multinacionales en el negocio en el que pisa fuerte. Fuentes
de la UTN admiten que están avanzadas las negociaciones con el
gobierno de Mauricio Macri para prorrogar el contrato que venció el 31
de enero.

“Todos hablan pero son pocos los que invierten dinero. Y algunos creen
que esto lo van a resolver con lobby político. Nosotros creemos que
esto se resuelve con capacidad tecnológica. Nosotros te hacemos el
traje a medida.

–Sería ridículo compararlo con las empresas multinacionales que están
invirtiendo en el rubro, pero lo cierto es que a usted, capacidad de
lobby no le falta.

-Yo siempre digo lo mismo. Una cosa son las amistades y otra cosa son
los negocios.

De mano derecha de Firmenich a empresario especialista en Defensa

A Mario Montoto le molesta que le digan empresario menemista. Dice que
sus negocios nunca fueron favorecidos durante la presidencia de Carlos
Menem e intenta demostrarlo. Pero no niega su amistad con el riojano,
así como tampoco desmiente su excelente relación con el gobernador
bonaerense, Daniel Scioli; el ex canciller y actual diputado nacional
Rafael Bielsa; el secretario de Obras Públicas, José López; el
multiempresario periodístico Daniel Hadad; el dirigente del
kirchnerista Movimiento Evita Emilio Pérsico o el ex embajador ante el
Vaticano y hoy candidato a senador italiano Esteban Caselli. A los 51
años, amigos influyentes no le faltan. Dinero tampoco.

Dirigente montonero en los 70, después de los indultos dictados por
Carlos Menem, Montoto abandonó la militancia en el Peronismo
Revolucionario y empezó su vida como hombre de negocios. “De todo lo
que dicen de mí, lo único cierto es que empecé pidiendo prestado”,
advierte. Fue director de la concesionaria de trenes Metropolitano en
sociedad con Sergio Taselli y luego importó e instaló máquinas
expendedoras de boletos en los colectivos.

Hoy preside una empresa pomposamente designada Corporación para la
Defensa del Sur (Codesur), en donde emplea a un general del Ejército,
un vicealmirante de la Armada y un brigadier de la Fuerza Aérea –todos
retirados–, ofrece mantenimiento para submarinos, arregla helicópteros
e incluso hizo la restauración, en sociedad con una firma israelí, del
avión presidencial Tango 01. Para ese negocio tuvo que bajar el perfil
al máximo, ya que Néstor Kirchner no quiso que su imagen quedara
asociada a la del cuestionado empresario.

Otra de sus empresas, la editorial Taeda, publica la revista DEF, con
temas vinculados al área de Defensa y a la política internacional, y
edita libros, entre ellos una costosa publicación sobre las islas
Malvinas y las biografías de los generales Enrique Mosconi y Manuel
Nicolás Savio. DEF también tiene su versión televisiva, con un
programa que conduce la periodista Muriel Balbi en C5N.

De secretario de Mario Firmenich a empresario exitoso. De víctima de
los militares –que asesinaron a su primera mujer, madre de dos de sus
tres hijos– a jefe de varios miembros de las Fuerzas Armadas
retirados. Así es la vida de Mario Montoto, el que desde hace tiempo
desempeña de Gran Hermano en la ciudad de Buenos Aires.

Macri y Montenegro revisan el sistema

El ministro de Seguridad del gobierno porteño, Guillermo Montenegro,
habló sólo una vez en forma pública del sistema de cámaras de
vigilancia. Fue en noviembre del año pasado, cuando visitó la
Legislatura. Aquel día explicó que el sistema había nacido de una
prueba piloto para controlar los monumentos en la gestión de Aníbal
Ibarra y que luego se expandió con Jorge Telerman. Elogió a los
miembros de la Guardia Urbana, que son quienes reciben las imágenes en
el centro de control. Los técnicos macristas están trabajando en los
pliegos para poner en marcha una licitación por el sistema de
monitoreo. Fuentes cercanas al Ejecutivo admitieron que, por la
tecnología que ofrece, Montoto tiene buenas chances de quedarse con el
negocio en sus manos.

Diario Crítica de la Argentina.
Director: Jorge Lanata