Es un mensaje que tiene el incoveniente que es muy extenso, vale la  
pena darse el tiempo, la frustración ha sido muy grande y la  
conclusión también lo es.
Julio
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Uruguay
   De: jorge pedro zabalza zurdatupa@???
   MENSAJE AL HORIZONTE REVOLUCIONARIO
Jorge Pedro Zabalza
Carnaval electoral
se excita el interés político.
   Son muy especiales estas elecciones 2009: las primeras tras la  
clara voluntad de cambio expresada en el 2004 y frustrada en tan sólo  
cinco años
¿para qué votar un cambio si después todo sigue igual?
   Para "recuperar" desilusionados aparece la nueva tesis: en este  
primer período predominó la socialdemocracia, votemos una lista mejor  
para la próxima, otro "iluminado" que prometa socialismo y luego se  
abrace con culebras yanquis, latifundistas y multinacionales. Como si  
el  socialismo se lograra juntando votos y conquistando colinas en el  
parlamento
   Otra vez a discutir candidatos y programas, a caer en las mismas  
trampas cazavotos de siempre, sacar a los "malos" para poner a los  
"buenos", que ahora sí van a cambiar la cosa
¿nunca se agotará la  
capacidad para el autoengaño?
   Los militantes no tienen porqué entrar en ese corral de ramas...   
es viejo y sabido que la democracia representativa sobrevive gracias  
al fraude ideológico repetido cada cinco años, gracias a la estafa  
demagógica que obtiene consentimiento con promesas que nadie cumple.
   Hay que hincarle el diente al problema real: esta democracia tan  
poco democrática no puede resolver los problemas de un pueblo de  
pobres
no puede alcanzar la justicia social, redistribuyendo  
suficientemente la riqueza, simplemente porque su rol es proteger los  
buenos negocios de los dueños del poder económico.
   En la última semana de marzo 2008, en el teatro de AEBU se abrirá  
una discusión sobre las cuestiones de fondo, las que hacen a una  
democracia realmente participativa, al traslado de poder a las  
organizaciones de pueblo asalariado, al trabajo de base sembrador de  
gérmenes de poder popular.
   El destino de las luchas populares no puede ser, de ninguna manera,  
acumular votantes para alguna lista o candidato al parlamento, sino un  
camino revolucionario hacia el socialismo. Una tradición con  raíces  
en la mejor historia  del movimiento popular y que apunta a fortalecer  
el horizonte revolucionario en esta nueva versión de Uruguay Batllista.
   Participar o no de las elecciones nacionales no es cuestión de  
principios, pero los militantes no tienen que perder tiempo y energías  
discutiendo lo novedoso del agujero del mate. En estas elecciones tan  
especiales, es hora de negarse a fabricar nuevas falsas esperanzas en  
la vía electoral o nuevos caudillos parlamentarios de "izquierda"  
presentados como salvadores de la patria. Un debate táctico sí, pero  
con enormes implicancias estratégicas en el campo de la lucha  
revolucionaria.
   Es hora de votar por la revolución social.
                                                              Un  
pueblo de pobres
   Vida digna es trabajo creativo y libre, decidir uno mismo en qué,  
cómo y cuándo empleará su fuerza de trabajo. Una alimentación sana y  
un tiempo para los afectos (familia, pareja, amigos); vivienda en  
óptimas condiciones y un tiempo para las actividades culturales y  
deportivas; atención adecuada de la salud y un tiempo para el  
desarrollo personal en lo educativo. Vida digna es vida política  
activa, el poder de decidir sobre su propio destino.
   En el Uruguay Progresista, un millón y medio de personas (85% de  
los jubilados y 65% de los asalariados) viven con menos de $8.100. Su  
poder adquisitivo es menos de la mitad del que tenían en 1970 los  
asalariados y jubilados. Ni siquiera alcanza el nivel de 1998. Lo  
recuperado en los últimos tres años, con consejos de salarios y  
caridad del plan de emergencia, es una ínfima parte de lo perdido.
   Un millón y medio de excluidos de la riqueza que produce este país,  
del crecimiento del producto bruto y las exportaciones que alcanza  
cifras nunca antes vistas. Marginados por estancieros, industriales y  
banqueros que gozan del lujo. Víctimas de los inversores extranjeros  
que se llevan millones de dólares de Botnia, de la forestación, de la  
banca  extranjerizada y de los capitales blanqueados en Punta del Este.
   El Uruguay Progresista ya es muy, pero muy, productivo, claro que  
produce para los mismos pocos de siempre. Para ese millón y medio (  
43% de la población) no hay vida digna. Son pobres.
   Pobreza es su condición social, intelectual y cultural: niños que  
nacen en la desnutrición y el raquitismo heredado de padres y abuelos;  
deserción en la escuela y el liceo; cola en hospitales y mutualistas;  
el 11% de los montevideanos viviendo como pueden en asentamientos  
irregulares; juventud privada de actividades culturales y deportivas.
   Pobreza es desagregación de la familia y filas en las puertas del  
ComPen y de Libertad, yendo a visitar a una juventud condenada al  
delito de origen social y la drogadicción.
   Pobreza es la condición política reducida a espectador de la  
farándula de demagogos. Es elegir cada cinco años entre candidatos  
designados por los aparatos partidarios en transas no muy públicas.
   Pobreza es sociedad fragmentada. Ghettos de ricos al sur de Avenida  
Italia y en Punta del Este. Territorios de pobres al norte y el oeste  
de Montevideo.
   Por muy serio y humanitario que quieran presentarlo,  el  
capitalismo sólo puede crecer expulsando cada día más trabajadores  
hacia la desocupación o el trabajo chatarra o precario, hacia las  
tercerizaciones mal pagas y en negro. Es la ley de hierro del  
capitalismo: las mayores ganancias se obtienen invirtiendo en  
tecnología moderna y disminuyendo la mano de obra empleada.
   Para este pueblo de pobres no hay solución en este sistema. ¿Cómo  
se resolverá la  crisis 2008 generada por la especulación inmobiliaria  
en los EEUU? ¿Quién la pagará? Asalariados y jubilados ya lo saben:  
una vez más caerá sobre sus espaldas el peso de la concentración y  
centralización de los capitales.
   No es posible un capitalismo con inclusión social ni con pactos  
sociales. La pobreza no la resuelven un Ministerio y 250 ONGs  
subsidiando 300 proyectos familiares y cooperativistas y creando un  
cuento fantasioso en el capitalismo: los nichos de "economía social".  
En uno de sus artículos en el libro publicado por el Movimiento por la  
Tierra, Raúl Sendic lo decía tan clarito como siempre:
   "Marx vaticinó que el capitalismo crearía a su propio gran enemigo  
y enterrador, el proletariado. Pero este capitalismo decadente de  
finales del siglo XX, está creando otro enemigo más caótico,  
inorgánico y agresivo, que lo acosa de continuo: los sectores  
marginados, que se refugian en la delincuencia. Las estadísticas  
demuestran que a una desocupación juvenil en ascenso, corresponde una  
delincuencia juvenil también en ascenso.
   El sistema, la distribución desigual de los ingresos en el mismo,  
condena a la privación de las cosas más elementales. Simultáneamente,  
el sistema incita al consumo de las cosas más superfluas.
   El sistema tiende un cerco sobre el peón o el pequeño productor  
rural y los obliga a emigrar, para hacinarse en las grandes ciudades.  
El sistema arroja a la desocupación a un sector en aumento de la  
población. Si busca defenderse con la venta callejera, el sistema lo  
persigue. El sistema enseña a robar y matar desde la televisión. A la  
delincuencia la crea una clase social, pero afecta a toda la  
población. Para terminar con la delincuencia hay que terminar con el  
sistema".
   En un volante anónimo de los tiempos de la Comuna de París, se  
leía: "Los burgueses son capaces de hacer todo por los pobres. Menos  
bajárseles de encima". Este  es el fondo de la cosa. Por eso,  
parafraseando a Sendic decimos que  para terminar con las  
consecuencias sociales del capitalismo, hay que "terminar con el  
sistema".
                    La segunda independencia de América Latina
   Los inmensos capitales provenientes de la producción de materias  
primas,  acumulados por Arabia Saudita, Asia y China, están siendo los  
salvadores de los grandes bancos yanquis y europeos ahogados en la  
burbuja financiera que ellos mismos inflaron.
   Ya no es la crisis malaya, el efecto "tequila" o el efecto  
"cachaza". Ahora es EEUU el que esta en recesión y contagiando al  
resto del mundo. ¡Sálvese quién pueda! Esto es globalización.
   Se está entrando en una nueva fase en la historia del capitalismo.  
La época del quiebre de la hegemonía económica de los EEUU y el  
surgimiento de la cada vez más sólida supremacía económica de los  
capitales asentados en China India y los países del sudoeste asiático.
   ¿Este hecho indica el fin del imperialismo? No. De ninguna manera.  
Estamos frente a un proceso de reacomodo del capitalismo. Un reajuste  
que terminará beneficiando, una vez más, a los gigantescos monopolios  
que concentran la propiedad del capital "global" y centralizan las  
decisiones económicas en el mundo entero.
   La única industria aún radicada en los EEUU, el complejo  
petrolero-armamentístico, precisa de la guerra consumidor final de  
sus productos- para reproducir su capital y mucho más ahora, para  
hacer frente al cambio de roles en el mundo. Es la razón del artillero  
que subyace bajo la histeria militarista del payaso Bush.
   Intervención preventiva en Irán, extensión del Plan Colombia en una  
agresión directa a Venezuela, violencia provocada en África
una vez  
más la guerra es la solución de los problemas financieros en los  
países centrales del sistema.
   Sin embargo y contradictoriamente, las agresiones a los pueblos de  
Afganistán, Palestina e Irak también están siendo un tiro por la  
culata para el poder militar más poderoso de la historia de la  
humanidad.
   La dispersión del poder económico a nivel mundial y los EEUU sin  
saber como salir de Oriente Medio, han creado nuevas condiciones  
políticas, y en América Latina el dominio imperialista está siendo  
cuestionado como no lo era diez años atrás. De distinta manera, los  
pueblos de Venezuela, Bolivia y Ecuador ahora acompañan al pueblo  
cubano. Cuba ya no está sola.
   Se está presenciando el reinicio de la lucha por la segunda  
independencia de los pueblos de América Latina. Una nueva hora de los  
hornos
"y no se ha de ver más que la luz", al decir de José Martí.
En Bolivia la lucha de los pueblos originarios puede tomar la forma de  
una guerra civil en cualquier momento. En Colombia los ejércitos  
guerrilleros de las FARC y el ELN, ya ejercen un poder político y  
militar paralelo y opuesto al poder centralizado en el Estado  
oligárquico y pro-imperialista.
Venezuela desafía abiertamente a los EEUU con iniciativas de  
solidaridad entre los pueblos que conmueven el continente entero  
(recursos energéticos, organismos financieros, canje de prisioneros,  
etc.). Tan orégano es el campo, que hasta los gobiernos de Argentina y  
Brasil se atreven a hacer alguna pirueta.
   En cambio, aunque todavía no está claro en la conciencia popular,  
el gobierno progresista del Uruguay, aparece como cabecera de puente  
de los intereses imperialistas en el continente. Bajo la consigna  
"comerciar con todos" se impulsan acuerdos con los EEUU que obran en  
contra de la creación de un "mercado interno" en América Latina (agua  
fría al MERCOSUR y al Banco del Sur).
   Frente a los proyectos energéticos de la región, que apuntan a la  
liberación nacional, el gobierno progresista se alinea con el IIRSA de  
las multinacionales.
Se opta por el "modelo a la chilena" (con todas sus consecuencias  
sociales y políticas), en lugar de hacerlo por el "modelo a la  
boliviana" de claro contenido independentista.
Pero la política de contenido más profundamente colonialista es la  
profundización del Uruguay agroexportador. Con ella penetran el  
monocultivo forestal y de soja transgénica, la extranjerización de la  
tierra y de los frigoríficos y usinas lácteas, únicas industrias  
nacionales competitivas a nivel mundial.
Para resolver sus propios problemas, el pueblo de pobres del Uruguay  
no tiene otra opción que sumarse a la lucha por la emancipación de  
América Latina y replantearse la propiedad de los recursos naturales y  
de los medios de producción. No queda más remedio que afiliarse a un  
modelo de desarrollo propulsor del marcado interno y dirigido a  
agregar fuerza de trabajo y  tecnología a los productos de exportación.
En Alto Perú (hoy Bolivia) la rebelión ya estaba en las calles en  
1808;  Buenos Aires tuvo su mayo en 1810 y los pobres de esta orilla  
del Uruguay vivieron su "admirable alarma" en 1811.
Es la hora de un Grito de Asencio. Por la revolución social en América  
Latina. El pueblo uruguayo no dejó sola a Cuba y no dejará solas a  
Venezuela y Bolivia.
                                             Tierra para los/las que trabajan
El "arreglo de los campos" sigue siendo el nudo para la felicidad de  
los más infelices. Habrá que desatarlo como lo desató el pueblo  
artiguista.
En el año 2005  el Anuario Estadístico Agropecuario y  DICOSE  
(Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca), hicieron públicas  
cifras muy interesantes. Establecen que unas 2176 empresas ganaderas,  
propietarias de predios mayores a 1000 hectáreas, poseen el 55% (¡más  
de la mitad!) de las tierras ganaderas, el 40% del ganado vacuno y el  
37% de los ovinos. ¡Son los dueños del Uruguay!, según canta Daniel  
Viglietti.
Afirmados en su monopolio de las tierras y ganados, gozan del  
privilegio de contraer deudas pesadas que no pagan (y no les cobra  
nadie);  de ser los importadores maquinaria, fertilizantes y semillas;  
de presionar a los gobiernos desde la Asociación rural y la Federación  
Rural y sus "partidos políticos"), para obtener decisiones que  
favorezcan sus intereses  (el subsidio estatal para la instalación  
gratuita de "caravanas" en el ganado, por ejemplo).
   Estos señores que se quedan con la parte de león en las  
exportaciones de alimentos (unos 2.500 millones de dólares), no pagan  
más de 60 millones de dólares al año de impuestos. ¡Y todavía se  
quejan que el Estado es caro!
Es feroz la concentración del poder económico ganadero. Botón de  
muestra: el latifundio de Gallinal Heber posee más de 100.000  
hectáreas y el de Martinicorena supera las 150.000. Entre sociedades  
anónimas, arrendamientos y lazos familiares, hoy son menos de 500  
familias las que constituyen la "oligarquía vacuna" (tierras + vacunos  
+ ovejas).
La tierra, el agua y los ganados son los recursos naturales más  
importantes del país. Nuestro petróleo. De ninguna manera la principal  
riqueza del pueblo puede ser propiedad abusiva de tan pocos.
En los 30 últimos años han desaparecido casi la tercera parte de los  
"productores rurales" (unos 25.000 establecimientos) y en los últimos  
cinco años, el 25% del territorio nacional cambió de manos. Es un  
proceso de "contrarreforma agraria". A medida que crece la  
concentración del poder económico, avanza a todo vapor el proceso de  
despoblación del campo.
En la franja comprendida entre la costa del Río Uruguay y la ciudad de  
Tacuarembó, hay un habitante cada dos kilómetros cuadrados. O sea que,  
esa zona de los departamentos de Artigas, Salto y Paysandú sigue  
siendo el mismo desierto que hace cien años. Menos de 190.000 personas  
residen en el campo. Es el desierto.
El 85% de la superficie ganadera son campos naturales o mejorados (un  
tractor cada 2000 hectáreas) donde se crían y engordan los novillos  
que produjeron los más de 1.000 millones de dólares de carne que  
vendió el Uruguay. En los 2176 latifundios que concentran la  
producción, hay un peón cada 400 hectáreas y 250 novillos por peón. El  
jornal de un tractorista es $150 y el de un $140 
con tamaña  
plusvalía, ¿para qué quiere gente el latifundio?...la  expulsa.
Los dueños de las tierras y ganados no quieren producir más. No  
quieren recolonizar el campo, introducir tecnología y dar trabajo. No  
les interesa invertir. Sus ganancias tienen destino más redituable y  
menos riesgoso que la producción: depositan en Bahamas y compran los  
bonos de Astori, invierten en Punta del Este, viajan a Miami, compran  
"0 Kilómetros".
Para dar un salto en la producción agropecuaria, en cantidades y  
calidad, no se precisa de la inversión extranjera,  hay expropiar el  
poder económico concentrado en la "clase vacuna" y redistribuirlo  
entre los que trabajan. Tierra para los/las que trabajan, la consigna  
de Raúl Sendic y la histórica UTAA, expropiar sin indemnización los  
latifundios mayores a 2.500 hectáreas y recolonizar los campos en base  
a varias formas de propiedad combinadas (estatal, cooperativas de  
ayuda mutua, colonias y pequeñas parcelas individuales dadas en  
usufructo).
                                           Capital para los/las que trabajan
   Los EEUU de mediados del siglo XX, a raíz de sus guerras y de la  
competencia comercial (Japón, URSS y Europa), se desfinanciaron y,  
como eran los dueños de la maquinita, para resolver su problema,  
imprimieron un par de millones de millones de dólares.
El "tsunami" de dólares fue a parar a los bancos y organismos  
financieros internacionales y, como "barco parado no gana flete", ese  
papel que rebosaba las cajas fuertes fue ofrecido a los países del  
Tercer Mundo, a quienes poco menos que se obligó a aceptar préstamos  
en condiciones esclavizantes fijadas por los prestamistas.
La Deuda Externa no obedeció a las necesidades de los pueblos deudores  
sino a la necesidad del propio imperialismo que imprimió esa masa de  
dólares que está en la base de la especulación. Cuando al Uruguay  
llegó la cuota que le correspondía en el reparto del excedente mundial  
de dólares, ella no fue a los campos y las industrias, sino que fue  
atrapada por un montón de bancos que se instalaron en este generoso  
país ( la banca española franquista y la secta Moon, por ejemplo).
En Uruguay, con un discurso patriotero y chauvinista, la dictadura se  
abrió totalmente al capital especulativo internacional, montando el  
más cruel mecanismo de succión de que tenga noticia la historia. No  
sólo porque los gobiernos pagan puntualmente los servicios de la  
Deuda, sino porque hoy los bancos privados son todos extranjeros y  
remiten sus ganancias al exterior.
El sistema bancario es el administrador políticamente protegido  
(exoneraciones, secreto bancario, off shore) de la especulación  
internacional. Tal vez por eso, exista la certeza que sin estatizar la  
banca no se puede dominar la economía productiva en el Uruguay de hoy  
día.
La Deuda Externa es una estafa que permitió crear un imperio pirata,  
enseñaba Raúl Sendic: "De hecho estamos encadenados a un sistema que  
en nada se diferencia al de la colonia, cuando teníamos que pagar un   
'diezmo' y otros impuestos a los españoles. Al cabo de más de 150 años  
de liberarnos de aquellos opresores, nos sorprendemos pagando no ya un  
10% sino un 30% de lo que exportamos a otros opresores, que no han  
necesitado montar un costoso aparato de dominación aquí, porque pueden  
usar el local: 'nuestras' Fuerzas Armadas.". (página 250, "Raúl  
Sendic, Deuda y Tierra")
Desde 1975 (más o menos) creció el producto bruto interno y también  
las exportaciones crecieron al doble. Los créditos externos  
facilitaron la importación inclusive de productos agrícolas. Fueron  
tiempos récord de importaciones de cero kilómetros.
La dictadura en Uruguay produjo un "milagro a la uruguaya": al tiempo  
que protegía los negocios y negociados del capitalismo mafioso, bajó  
el poder adquisitivo de los salarios a la mitad. Hubo una rapiña  
descarada a los trabajadores, una transferencia de los ingresos del  
asalariado al capitalista. Esa es la explicación histórica del golpe  
de Estado: la misión de las fuerzas armadas fue proteger el robo a  
mano armada al pueblo asalariado.
Para lograr la independencia económica y financiera de este pueblo  
pobre, hay que capitalizar el poder adquisitivo del salario y las  
pasividades. Hacer  lo contrario de lo que hicieron la dictadura y los  
gobiernos de la democracia tutelada.
No pagar más la Deuda Externa y volcar lo ahorrado al salario, las  
jubilaciones y los pequeños productores industriales y rurales.
   Estatizar la banca privada, estableciendo un corralito para volcar  
hacia el poder adquisitivo del salario, la jubilación y los pequeños  
capitales, el capital parásito nacional y extranjero depositado en los  
bancos.
El gobierno progresista es el adalid de los buenos pagadores de la  
deuda externa a la usura internacional. Se "honra la deuda" y así se  
contribuye a la salvación de esos mismos capitales estadounidenses y  
europeos que hoy están crisis financiera y, de paso les entrega el  
bienestar del pueblo.
¿Cuál sería la peor consecuencia del No Pago? La protesta de los  
burgueses uruguayos que son tenedores de títulos de Deuda Externa. La  
negativa a pagar la Deuda afecta principalmente a esos "peores  
americanos" de siempre, que se enriquecen con el hambre del pueblo  
asalariado, así como a los acreedores internacionales hoy en  
decadencia. En palabras crudas, al no pagar a europeos y yanquis, los  
capitales asiáticos y chinos correrían a ofrecer sus servicios a los  
"malos pagadores".
¿Cuál sería el mejor efecto del No Pago? La inyección de capital a ese  
pueblo de pobres, sacar del subconsumo a la mitad de la población del  
Uruguay y convertirla en dinamizadores de la demanda interna de bienes  
¡Un poco de imaginación!  ¿Sería o no un incentivo a la producción  
semejante distribución de capital entre los pobres de este pueblo de  
asalariados y jubilados? Hasta George Bush toma medidas que favorecen  
el consumidor para incentivar el mercado interno y sacar de la  
recesión a los EEUU. Los únicos que siguen pensando con sin los  
esquemas del Banco Mundial y del BID, se hacen llamar "progresistas"  
en el Uruguay.
                                                                El  
horcón del medio
Por la Reforma Agraria, el No pago de la Deuda Externa, la  
estatización de la banca y un aumento sustancial de salarios y  
pasividades
. los cuatro puntos que Raúl Sendic (padre) resumió en el  
Estadio Franzini, el 19 de diciembre de 1987.
Este el programa tiene sus más antiguas raíces en el Primer Congreso  
del Pueblo (1964). Poco más tarde alimentó los procesos fundacionales  
de la CNT (1966) y del Frente Amplio (1971), así como sirvió de insumo  
a promesas demagógicas como "Mi compromiso con Usted" de Wilson  
Ferreira Aldunate en 1971.
El programa de un "Uruguay para los pobres" no es tan complicado:  
recuperación del poder adquisitivo y del control sobre los recursos  
naturales y el capital financiero; sumarse al frente de los pueblos  
latinoamericanos en lucha por una economía independiente de los  
capitales extranjeros y de los organismos financieros internacionales.
En cambio, el elenco progresista apuesta al modelo "Uruguay para los  
ricos y aspirina para los pobres". Apuesta a las inversiones  
extranjeras, es decir, gobierna para los organismos financieros  
internacionales y para el capital multinacional; protege a los grandes  
grupos económicos más o menos criollos. Intocado, el poder económico  
ha aumentado sus beneficios durante estos meses.
Hay un continuismo en el modelo, pero aplicado ventajosamente con  
relación a los partidos tradicionales, que nunca pudieron controlar y  
manejar la subjetividad política del movimiento popular. Ahora se  
vende la imagen "gobierno reformista de izquierda, paciencia y  
esperar". La figura emblemática del modelo (Danilo Astori) aparece  
como el gran reformista y no como el gran entregador.
La lucha por un "Uruguay para los pobres" choca de frente con la  
oligarquía vacuna y el imperialismo alineados tras el modelo  "Uruguay  
para los ricos". Más viejo que el agujero del mate.
Cuando el pueblo pobre gana en poder perjudica a los dueños del poder,  
que reaccionarán como lo han hecho en Venezuela y Bolivia, como lo  
hicieron con Cuba Revolucionaria. Nadie se hace ilusiones. Como  
siempre el modelo fondomonetarista entraña la represión violenta.  
¿Será por eso que preparan los instrumentos jurídicos que la legitimen  
(delito de usurpación, ley de procedimiento policial)?
Los dueños del Uruguay, han demostrado mucha sabiduría estratégica:  
cuando se les agotó el juego demagógico de sus partidos políticos,  
colonizaron la cabeza del elenco dirigente del progresismo, pero
¿qué  
harán cuando se les desgaste la opción progresista?
El principal instrumento político de los dueños del poder son las  
fuerzas armadas. Nacieron traicionando al pueblo armado y organizado  
que, conducido por José Artigas, luchaba por tierra para los humildes.  
Ahora el ejército uruguayo está siendo mano derecha del Pentágono y  
cómplice de las intervenciones militares encubiertas con la bandera de  
la ONU. En especial, es intolerable la presencia de tropas uruguayas  
en los inicios de un genocidio contra el pueblo haitiano.
Estas fuerzas armadas naturalmente represoras, culpables todavía sin  
castigo del terrorismo de Estado, subordinadas al imperialismo, deben  
ser reemplazadas por el pueblo pobre armado y organizado. La lucha por  
sociedad justa, donde se viva dignamente en el trabajo creativo y  
libre, implica la desarticulación de estos ejércitos represivos.
¿Quién puede dudar que se reorganiza el terrorismo de estado? Los  
dicen ellos mismos. Lo dijo la fuga de Gilberto Vázquez y lo dicen los  
"archivos" de la cárcel VIP. Lo dicen las declaraciones de Gloodofsky,  
del general Pereira y del "legionario" Carlos Silva. Están organizados  
para la acción política (que en su caso siempre es armada) y para ello  
tienen su política de alianza que abarca el progresismo y a los viejos  
guerrilleros frustrados.
                    Trabajo de base y gérmenes de poder popular
   El discurso "como te digo una cosa te digo la otra" confunde al  
pueblo y desarma la conciencia militante. Se abandona la lucha por la  
emancipación social y se asimila política con transa y conciliación de  
clases. Se desmoviliza el movimiento de base para no poner "un palo en  
la rueda del gobierno", de un gobierno que ya es de derecha y necesita  
del aguijón para arrancarle algo bueno.
   Se acepta el "acomodo"  y  el nepotismo. Se defiende al corrupto  
argumentando que "corrupción era la de los colorados y blancos"  Se  
disuelve el sentimiento antiimperialista del pueblo uruguayo,  
sustituyéndolo por una falsa "tercera posición", que se presenta como  
astuta y negociadora.
Se deterioró la idea de justicia en aras de un vaporoso sentimiento de  
perdón y olvido y para explicar tamaña concesión, se tergiversa la  
historia de la lucha revolucionaria  de los últimos cuarenta años,  
borrando para siempre el "odio de clases" como motor anímico de la  
luchas populares.
Decayeron el espíritu crítico y  la rebeldía  Predomina el sentimiento  
de que no somos Bolivia, Venezuela o Ecuador, se acepta la imagen  
batllista de la Suiza de América. Se asiste a una victoria ideológica  
de la clase dominante.
Esta crisis de valores y sentimientos también se manifiesta en la  
fragmentación política del horizonte revolucionario, en la dispersión  
y atomización de la militancia, en debilidad para la lucha por  
recuperar el dominio de las tierras y el capital. Sin un horizonte que  
clarifique la táctica y la estrategia, la brújula se descompone y se  
camina sin saber hacia dónde.
¿Cómo recrear la ética y los valores revolucionarios? ¿Cómo recomponer  
el horizonte revolucionario? Proclamarlo en una declaración o en un  
mensaje como éste no es el camino. Es apenas poner en la mesa su  
discusión.
Se recompone en el trabajo de base. Trabajo de base para restablecer  
desde abajo los vínculos políticos basados en ideas críticas y  
militantes. En el terreno social la crítica a la democracia  
capitalista, hace crecer gérmenes de poder popular y echa los  
cimientos de un movimiento independiente y combativo.
El norte es recomponer vínculos entre los luchadores sociales,  
recreando en las bases el sentimiento de que, aún hoy, en estas  
condiciones, es posible luchar hacia el socialismo. Vínculos que  
desarrollen una fuerza militante capaz de no dejar que aíslen   
conflictos combativos como el de los obreros del Frigorífico Las  
Piedras y el de la pesca artesanal en el Río Uruguay.
El camino del poder popular lo señaló la solidaridad que despertó la  
ocupación de tierra que hicieron los "peludos" en Bella Unión, la  
lucha por los cuatro militantes presos en noviembre del 2005 y por la  
libertad para Fernando Masseilot y la marcha de FUCVAM y varios  
sindicatos por todo el litoral uruguayo.
Es el camino que señalan los movimientos vecinales renacidos en la  
campaña por la anulación de la ley de caducidad, el agotador batallar  
denunciando las consecuencias sociales del modelo forestal y las  
diferentes expresiones antiimperialistas que recibieron a George Bush.
Trabajo de base sembrando gérmenes de poder popular: la alternativa  
del horizonte revolucionario para el carnaval electoral que ya llegó.
   26 de febrero de 2008