Author: jchueco Date: To: pensamientoautonomo Subject: [Pensamientoautonomo] 9.007.429.760.872,53
9.007.429.760.872,53
Guillermo Giacosa
Perú 21 - Lima
Esa cifra se lee como nueve billones más los numeritos menores y
significa un millón de millones multiplicado nueve veces, al que hay
que sumarle la calderilla anexa. La cifra no significaría nada si no
expresase el monto de la deuda pública del Gobierno Federal de los
Estados Unidos de América, única superpotencia mundial, al 6 de
setiembre de 2007. Hoy, 12 del mismo mes, debe haber aumentado
bastante más porque se trata de un proceso al que solo una enorme e
inteligente voluntad política podría ponerle freno. Y esa voluntad -y
mucho menos esa inteligencia- no existe en el interior de la actual
administración republicana que encabeza Bush y que dirige, en la
práctica, un conjunto de corporaciones multinacionales que parecen
haber perdido todo contacto con la realidad.
El monto no incluye los estados que componen la Unión, los municipios,
ni la deuda de los consumidores ni de las empresas. "Ahí el panorama
-dice Horacio Garetto- empeora más aún". Y agrega un gráfico que
permite observar que "con la sumatoria de todo, pasamos a estar en el
300% del producto bruto interno. Estamos en los mismos niveles de
endeudamiento de los años previos a 'la gran depresión' de los años 30
del siglo XX. Ídem de concentración del ingreso. Ídem concentración de
la riqueza".
Luego el periodista pregunta al lector si quiere saber cómo se llegó a
esto y da la siguiente explicación: "Simplificando un poco (porque
estamos moviéndonos dentro de los límites de un artículo corto, de
divulgación rápida, no de un ensayo), todo pasa porque se gasta más de
lo que se ingresa. Se consume más de lo que se produce.
Norteamérica gasta. Norteamérica consume. Norteamérica deglute.
Norteamérica devora. El gobierno gasta. Muchas guerras. Las guerras
son carísimas. Pocos estudiaron bien lo caras que son las guerras. La
economía norteamericana es un parásito. Los tipos devoran y entregan
papeles pintados de verde que todavía el mundo sigue denominando
dólares. Pero, mientras era un superimperio militar cuyo poderío
infundía el terror, vaya a usted a decirle al Imperio que es un
parásito. No se podía. No daban las relaciones de fuerza. Pero, ahora,
resulta que 20 mil guerrilleros sunitas iraquíes decididos
empantanaron la famosa tecnología de ensueño. Y Afganistán hizo lo
suyo. Y ese consumir más de lo que se produce, durante años y años (y
ya van 35 años de déficit comercial), genera déficit comercial con el
exterior, ese déficit se va acumulando, se va generando deuda y a esto
se le van sumando otros factores, y otros más. Y el resultado es lo
que a usted acá le estoy resumiendo rapidito como para tomar nota del
día histórico". (Se refiere al 6 de setiembre de 2007, fecha en la que
el reloj de la deuda pública marcó ese número impresionante).
¿Debemos preocuparnos? Pues, sí. No hace falta ser muy sagaz para
comprender que la debilidad de la economía de los EE.UU. influirá en
el valor del dólar y que este, además de ser la moneda de ahorro de
millones de particulares, está atada a nuestras divisas nacionales.