Author: Profesor J Date: To: pensamientoautonomo Subject: [Pensamientoautonomo] Como matar 33 estudiantes y dejar 20 heridos
Diga 33, dice el médico al paciente y el loco en Virginia va a la escuela
con un fusil y cercena la vida de nada menos que 33 personas en una
universidad.
Ya es tradicional que cada cierto tiempo estalla un fusible en la sociedad
norteamericana, el sujeto no aguanta más y escoge una escuela para descargar
toda la rabia del mundo.
¿Por qué una escuela y no una fábrica o una plaza?
Lo ideal sería un regimiento de soldados o un cuartel de la policía o, mejor
aún, en el parlamento o en el Pentágono. En mayor escala se pueden desviar
aviones hacia edificios altos.
Toda esta miserable historia en nuestro continente de Abya Yala comienza con
la llegada de los europeos, los enviados de Malinche, en especial ingleses,
españoles y portugueses, que pasaron por las armas a millones de habitantes
originarios y que venían con la cruz por delante, aunque siempre existieron
curas que sanaban las heridas de las víctimas y algunos hasta se
incorporaron a la resistencia, como Camilo Torres. Pero eso ya se acabó,
pues el Papa actual se está cargando a los de la teología de la liberación.
Luego va a llegar un chalado del Opus Dei y se va a llevar 33 feligreses al
más allá.
Los mentores del desarrollo en el norte se organizaron en jaurías y salieron
a matar de 33 en 33 en el salvaje Oeste, aniquilando miles de comanches,
sioux, cheyennes y otros más. Los algodoneros se organizaron en el Ku Klux
Klan y quemaban negros como moscas. Los inmigrantes que se reunían en Nueva
York y otros lugares para rescatar y salvaguardar su identidad fueron
desviados a fraticidas confrontaciones que dejaban las calles anegadas en
sangre, para luego abrir camino a las mafias que se enfrentaban como perros
y gatos entre ellos y contra las huestes del FBI. Cadáveres caían de autos
en marcha y la tartamuda dejaba oír su voz por todos los rincones, en Ática
entraron matando a cuanto preso se encontraba por delante.
Los Mason y otros grupos de fanáticos se suicidan en masa tal vez también de
33 en 33 mientras la policía espera que se vayan al diablo antes de
intervenir para restablecer el orden.
Los retornados de Vietnam acostumbraban a salir de tanto en tanto a cargarse
gente en escuelas y otros lugares públicos, enloquecidos por las orgías de
sangre que habían sido obligados a ejecutar en Indochina, mientras los jefes
aprietan botones para que salga un grupo de locos llamados tropas o comandos
especiales de la policía, como control de plagas, a acabar con los
insurrectos, digo con los que ensangrentaban el orden social.
Para no quedarse atrás, la industria fílmica hizo películas tan absurdas
como Mad Max, donde el jovencito cargaba insólitas armas y se mataban unos a
otros en medio de la destrucción, al tanto que King Kong se subía al Empire
State llevándose a la rubia y había que exterminarlo a como diera lugar con
el auxilio de Joe Palooka, es decir las nobles tropas del ejército que
lanzaron la atómica en Hiroshima y Nagasaki y hoy día acaban con árabes en
Irak, Afganistán y otros lugares, al parecer también en grupos de 33 cada
uno.
Rambo, el duro de matar y el terminator representan la síntesis de esta
capacidad y voluntad de exterminio, son los maestros, los gurúes, los
líderes de todas esas generaciones de exterminadores, por eso no es extraño
que el Terminator haya "terminado" su meteórica carrera como gobernador del
estado de California, donde apenas el 40% son blancos y se trata de
territorio arrebatado a México donde se encuentra ni más ni menos que el
vale del Silicio, donde se instalan las más poderosas empresas de la
ciberindustria, aunque también allí nació el movimiento hippie y la
Universidad de California fue el eje de las batallas contra la guerra de
Vietnam. Hoy día esa región esta llena de hackers, ciberactivistas, grupos
anarquistas, autónomos y rebeldes. Un poco más arriba de California está
Washington, la capital, donde encontramos atracciones turísticas como el
Pentágono, que será visitado en el futuro (si no se le hace pedazos) por
turistas a quienes los guías explicarán que ahí funcionaba el cerebro del
control militar mundial. Sólo que en ese estado se encuentra la ciudad de
Seattle, famosa por haber sediado la primera gran huelga general en 1919 y,
80 años después, la gran batalla antiglobalizadora contra la Organización
Mundial de Comercio, cuyo edificio en Nueva York fue destruido luego por un
avión suicida que adjudicaron a los árabes.
California se encuentra mirando al pacífico, en tanto Virginia, sede de
nuestra historia, en línea recta hacia el este, mira al Atlántico. Este
último estado fue nominado así por los invasores ingleses en homenaje a la
reina Isabel I, llamada, quien sabe por qué, la "reina virgen", a pesar de
lo cual este estado es conocido como "la madre de los presidentes", ya que
ahí nacieron 8 primeros mandatarios, cinco de los cuales fueron reelegidos,
Washington, Jefferson, Madison, Monroe y Wilson. Los dos primeros fueron de
los fundadores o "padres de la patria", el Madison se hizo famoso por la
película "los puentes de Madison", Monroe por mandar negros a vivir en
África (bajo su mandato se fundó Liberia, capital Monrovia, donde pueden
registrarse y pagar los impuestos más baratos las flotas de barcos, por
ejemplo Onassis no tenía barcos griegos, sino liberianos) y el tal Wilson,
no tengo idea, tal vez envió dinero a la madre Teresa de Calcuta.
El caso es que el sujeto de marras entró a la universidad portando un rifle,
que debe haber sido tipo fusil ametralladora, ya que en una sala disparó y
mató a 30 estudiantes de ingeniería, lo que habría sido un tanto difícil
tiro a tiro. En otra sala los estudiantes se atrincheraron poniendo mesas y
muebles contra la puerta y el Rambo aquel tuvo que retirarse en busca de
mejor presa.
El caso es que la semana anterior se habían dado tres amenazas de bomba y
los estudiantes denuncian que no haya habido orientaciones claras de las
autoridades universitarias para enfrentar la situación desde el primer
momento que empieza la balacera, que se afirma fue en un cuarto y contra una
pareja, la que habría saltado por una ventana alta. Algunos testigos hablan
de cientos de personas corriendo para todos lados, otros dicen que los
guardias al final llamaron por megáfonos a encerrarse en los cuartos y no
asomarse en las ventanas. Muchos critican que no se haya convocado de
inmediato a evacuar el campus. Después de la primera balacera, el sujeto
habría ido a buscar más armas y regresó como a las dos horas, lo que sería
la principal crítica del estudiantado, que no acepta las declaraciones de
las autoridades de que no era posible prever que la persona regresaría al
tiempo a cometer nuevos ataques…
El caso es que ya se está preparando el terreno para culpar al
tercermundismo, pues una declaración de testigos dice que se trataba de un
oriental, el rector afirma que se trata de un estudiante de 20 años
efectivamente oriental, pero se hace difícil la identificación inicial
porque se disparó en el rostro, y hay fotos que muestran a la policía
capturando a otro individuo de rasgos latinos pero de ojos oblicuos.
Ya había sucedido una tragedia similar en la secundaria de Columbine, en el
central estado de Colorado, en 1999; y la otra ocurrió en la Universidad de
Texas, en Austin. En ambos casos, hubo 15 muertos. En otro hecho dramático,
ocurrido en 1927, un hombre hizo estallar una escuela en Michigan y el saldo
ahí fue de 45 fallecidos. Entre 1998 y octubre de 2006, en Estados Unidos se
han perpetrado siete ataques armados en escuelas, según Reuters. Y de
acuerdo con Afp, 24 incidentes violentos se han registrado desde 1927 hasta
finales de 2006, lo que ha producido cientos de muertes.
Bush declara que "Las escuelas deben ser un lugar seguro y un santuario del
aprendizaje. Cuando el santuario es violado, el impacto se siente en cada
uno de los salones de clase del país y en cada una de sus comunidades. Hoy
nuestra nación está de luto por aquellos que han perdido a sus seres
queridos".
¿Habrá llegado la hora de aumentar la vigilancia y la represión en las
universidades norteamericanas?
Si el santuario debe ser seguro y ha sido violado, lo más lógico es entonces
aumentar la seguridad, como en las fronteras, donde ya se discute si puede
ponerse una pulsera magnética a los visitantes para seguirlos por GPS. Por
lo pronto en los centros de estudio habrá aumento de guardias, vigilancia
policial, más cámaras, soplonaje, sanciones y recrudecimiento de actividades
y discursos sobre el patriotismo.
No parece casual que este acontecimiento se presente cuando las luchas
estudiantiles y de maestros avanzan en todo el planeta augurando una
transición a una especie de resistencia cultural y antipedagógica junto a
las nacientes escuelas comunitarias y universidades alternativas, autónomas,
libres y nómadas, como mayor expresión e interacción en el plano del
conocimiento, de la teoría y las reflexiones del auge planetario de las
experiencias de autoorganización, autonomía, autogestión, resistencia desde
abajo y construcción de asambleas populares y municipios autónomos junto a
incipientes redes de economía alternativa.
Aún está por surgir una nueva explosión generalizada estudiantil y de
maestros como la que surgió en mayo del 68, pero los gérmenes están brotando
por todas partes. Que lo digan los estudiantes secundarios chilenos y los
maestros argentinos. Pero esa nueva explosión y sus brotes iniciales, a
diferencia de la anterior, no debería volcarse hacia cambios en las esferas
institucionales, sino sumarse a la construcción de un mundo nuevo, otro
mundo construido desde abajo y en las localidades, un mundo donde quepan
muchos mundos.